El balance «positivo» y a ciegas de Carmena

La alcaldesa admite que no ha estado en Madrid, pero asegura «nadie se le ha quejado». Dice que los resultados «son todos satisfactorios» y obvia los atascos y las denuncias judiciales que han obligado a corregir tres veces el decreto de cierre.

Ajena a todo lo ocurrido en el centro de Madrid durante su viaje a Roma, la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, aseguró ayer que el balance de la primera semana de restricciones de tráfico en la Gran Vía y cierre de la circulación en las calles Mayor y Atocha durante el Puente de la Constitución y la Inmaculada es «positivo», porque «ha conseguido su objetivo y ha valido para empezar a ordenar la Navidad». No ha tenido en cuenta la regidora las tres reclamaciones judiciales de los colectivos de vehículos de transporte cooperativo y autobuses discrecionales, servicios de paquetería y mensajería y autobuses turísticos, que han conseguido que los tribunales los incluyan entre las excepciones al decreto de restricción de acceso al centro.

Es más, Carmena afirmó que ya les han llegado datos de comerciantes y de aparcamientos y «son todos satisfactorios». Precisamente el pasado domingo, varios encargados de parking del centro de la ciudad calificaron de «desastroso» el cierre de la circulación y aseguraron a Europa Press que los niveles de ocupación han sido similares a los del pasado mes de agosto, cuando en el Puente de la Constitución de 2015 las plazas se llenaron al 100%. Igualmente, la Asociación de Empresarios Hoteleros de Madrid (AEHM), explicaron ayer que los hoteles del entorno de la Gran Vía han sufrido un alto porcentaje de cancelaciones debido a las restricciones de acceso. «Las anulaciones de reservas han sido de entre un 20 y un 25% en el fin de semana que siempre hay lleno total», señaló el presidente de AEHM, Gabriel García,.

Con todo, después de hace unos días la alcaldesa apuntase que los datos económicos iniciales también hablaban a favor del corte del tráfico en el centro, ayer confesó que «no conoce exactamente los datos». Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid no ha facilitado ni uno solo de los indicadores provisionales tanto económicos como de movilidad a los que hace referencia Carmena respecto al supuesto «éxito» de la medida de restricción de la circulación en la Gran Vía, pese a que se les han pedido.

De hecho, desde el consistorio explicaron el pasado domingo que no se haría balance hasta después de todo el periodo de cortes, que termina en enero, y cuando se tengan los informes definitivos. Sin embargo, ayer señalaron que en la comisión de Seguridad y Emergencias que tendrá lugar hoy, y, especialmente, en la del Área de Medio Ambiente y Movilidad, que se celebra mañana, los delegados Javier Barbero e Inés Sabanés, respectivamente, responderán a las preguntas de la oposición respecto a la organización de los servicios municipales de cara al cierre del centro al tráfico.

Igualmente, no confirmaron la organización de reuniones técnicas con los sectores afectados, que sí han señalado que les han pedido que se produzcan esta semana para hacer un balance de este primer tramo de los 29 días que están previstos que se restrinja el paso de vehículos privados al centro. En cambio, Carmena só adelantó que se «recogerán todas las experiencias y las decisiones de los órganos para así continuar con el proyecto tomando las medidas que la experiencia dice que se pueden mejorar». «Sabíamos que teníamos esta primera experiencia para después evaluar qué se puede retocar y mejorar y así acabar con el proyecto que tenemos de las navidades», aclaró la regidora madrileña, que ya adelantó que su intención es hacer el cierre al tráfico total y permanente en la Gran Vía.

Al respecto, desde AEHM consideraron que se debe realizar un «estudio serio» de lo que supondría peatonalizar por completo la Gran Vía. «No es Arenal o Preciados, es una arteria principal que necesita alternativas de paso», señaló el presidente de los hoteleros de Madrid. Del mismo modo, pese a que la alcaldesa insistió en que las manifestaciones que han recibido por la mayor parte de comerciantes «han sido de apoyo», todos los afectados han criticado la improvisación y la falta de anticipación del Ayuntamiento de Madrid, que no ha contado con ellos para organizar las restricciones de la circulación. «Al ser fechas de ventas muy altas, que suben año tras año gracias a la recuperación económica, no se va a poder hacer un balance realista de si ha sido positivo o negativo el cierre al tráfico», advirtió a su vez Florencio Delgado, presidente de los comerciantes de Gran Vía.