El Club de Campo, sin granja por ahora

El programa electoral con el que Ahora Madrid ganó las municipales incluía la transformación del Club Campo en una granja. Se trataba, es cierto, de una de las iniciativas recogidas entre las propuestas planteadas por los ciudadanos y no de un proyecto impulsado por los líderes del partido. Tras el aterrizaje de Manuela Carmena en Cibeles, los primeros contactos entre el consistorio y los responsables del Club de Campo no apuntan, sin embargo, hacia un cambio radical en el club. Esta semana, el gerente de la institución, Alfonso Segovia, mantuvo una reunión con el coordinador general de la alcaldía, Luis Cueto. Un encuentro «cordial», en el que el sobrino político de Carmena se interesó por conocer en detalle el funcionamiento del club. Segovia puso en conocimiento del hombre de confianza de Carmena los resultados de su gestión: en los últimos tres años, el club ha aumentado en 3.000 el número de socios, ha bajado los precios, ha externalizado los servicios y aprobado un plan estratégico y una memoria de responsabilidad social corporativa como símbolo de transparencia, ha mejorado las instalaciones, se han eliminado las tarjetas VIP y, todo ello, con tres millones de beneficios. Por su parte, Cueto descartó que los planes de la alcaldesa sean transformar el club en una granja. Y es que frente a esta «propuesta ciudadana» –que en el entorno de Ahora Madrid reconocen «no saber muy bien de dónde ha salido»–, el deseo de Carmena es más bien lograr que una parte de los beneficios del club reviertan en el consistorio para, así, darle una utilidad social.

«Yo le trasladé a Luis Cueto que el Club de Campo es una joya de la ciudad de Madrid», reconoce Alfonso Segovia. El gerente quiere realizar una «transición moderada» a la espera de conocer más en detalle los planes del nuevo equipo municipal. El Gobierno de Carmena tiene la potestad de sustituir a siete de los 13 consejeros del Club de Campo. La dirección general del Patrimonio del Estado –dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas– y la Real Sociedad Hípica Española aportan tres consejeros cada una. Un escenario que obligará a Carmena a buscar el acuerdo, ya que si desea sustituir al gerente necesitará, al menos, el voto de uno de los consejeros no nombrados por el Ayuntamiento, y si desea revisar la concesión –la actual expira en el año 2034– o afrontar algún cambio más profundo, deberá contar con la mayoría absoluta del Pleno municipal.

En los próximos días, el gerente mantendrá una reunión con la concejala de Cultura y Deportes, Celia Mayer. Uno de los objetivos de Alfonso Segovia en esta ronda de reuniones con los nuevos responsables municipales es conseguir hacerles ver que el Club de Campo funciona «de maravilla» y que «no es en absoluto una institución elitista como se piensa», ya que «cualquier madrileño puede acudir y jugar» y en la que, por ejemplo, los campamentos de verano están abiertos a todo el mundo.