El fracaso del protocolo: ni menos tráfico, ni menos contaminación

Hasta el mes de noviembre, cuando se puso en marcha por primera vez el protocolo anticontaminación, Madrid no había puesto a prueba el protocolo de calidad del aire que aprobó Ana Botella en marzo de este año. A pesar de que ayer la actual alcaldesa se empeñara en asegurar ayer en París que las medidas que contempla están siendo un éxito, lo cierto es que de poco están sirviendo a juzgar por el resultado. La contaminación no sólo no ha bajado sino que en cinco días consecutivos de alerta se ha llegado al Escenario 2 (que impide aparacar en la zona SER y reduce la velocidad en la M-30 a 70 kilómetros hora), si no que estamos rozando ya la aplicación del Escenario 3, que conlleva el cierre de la almendra central a la circulación de la mitad de los vehículos mediante una alternancia de matrículas pares e impares en función del día del mes.

La directora general de Sostenibilidad y Control Ambiental, Paz Valiente, subrayó ayer en rueda de prensa que la capital lleva ya «98 superaciones de más de 200 microgramos en estos cinco días» y reveló que la evolución, según la información que ha recibido el Consistorio desde la Agencia Estatal de Meteorológica (Aemet), es que la estabilidad atmosférica se mantiene y «la previsión es mala hasta pasadas las navidades». Esta situación nos deja más cerca del Escenario 3, ya que ayer, estaciones como la de Barrio del Pilar o Villaverde superaron durante dos horas consecutivas 250 microgramos de NO2 por metro cúbico.

La contaminación no se logra disipar en primer lugar porque la meteorología no acompaña, pero en segundo lugar porque las medidas restrictivas que se han puesto en marcha tampoco están evitando que los madrileños dejen de utilizar su vehículo privado, principal contaminante. Según los datos aportados por el Ayuntamiento, cuando en noviembre se puso en marcha el protocolo anticontaminación el tráfico en la M-30 se redujo más de un seis por ciento; sin embargo, el jueves la cifra cayó hasta un 3,6 por ciento, y ayer la disminución del tráfico se quedó en un 1,2 por ciento.

Este viernes se cumplía así el quinto día de restricciones y la picaresca ya funcionaba como un reloj: en los barrios sin SER que limitan con la almendra central no había un hueco libre para aparcar, ya que muchos encontraron la solución a la prohibición de estacionar en el centro dejando el coche en los límites exteriores de la M-30 y cogiendo el metro o el autobús hasta sus lugares de trabajo. El resultado fue que el tráfico apenas disminuyó: los atascos por la mañana se mantuvieron y los de la tarde incluso aumentaron y se alargaron por la operación salida del Puente de la Constitución: en torno a las 19:00 horas se registraban más de 16 kilómetros de atascos en las carreteras madrileñas.

El transporte público sí registró un aumento muy significativo de viajeros (la EMT batió récords con más de 1.600.000 usuarios) y el SER mantuvo libres el 80 por ciento de sus plazas disponibles, misma cifra que en días pasados.

En cuanto a las multas que las prohibiciones por contaminación están dejando a su paso, el jueves los cuatro radares móviles de la Policía Municipal en la M-30 y accesos realizaron 215 capturas de vehículos que superaron el límite de velocidad de 70 kilómetros hora. De éstas, 102 se recogieron por la mañana, 93 por la tarde y 20 por la noche. La cifra superó a las capturas realizadas el miércoles que se quedaron en 95 sanciones por tramitar.

Domingo sin prohibición para aparcar

Aunque hoy se mantenga el nivel de preaviso o se llegue al de aviso por contaminación, mañana no habrá restricciones de aparcamiento en la almendra central. El motivo es que estas limitaciones están ligadas al Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) y al horario del mismo. Puesto que los domingos no es necesario pagar para aparcar en los parquímetros ya que no está activo el SER, se podrá estacionar sin límite pese a encontrarse la ciudad en escenario 2 para controlar la polución.