Catástrofes y Accidentes
El fuego se ceba con una zona de alto valor ecológico
Se confiaba en que hoy se diera por controlado el fuego tras el «ataque definitivo» al último foco activo
Se confiaba en que hoy se diera por controlado el fuego tras el «ataque definitivo» al último foco activo.
El incendio forestal que desde el viernes pasado ha arrasado más de 3.300 hectáreas en el suroeste de la región de Madrid, entre las localidades de Cadalso de los Vidrios, Cenicientos y Las Rozas de Puerto Real, y en Almorox, –zona fronteriza de Toledo donde se originó–, logró ayer ser estabilizado tras una larga jornada en la que primero se pudo perimetrar y luego, estabilizar.
Durante la noche, con la retirada de los efectivos aéreos, personal de la UME y de bomberos de la Comunidad de Madrid y de Castilla-La Mancha acometieron el «ataque definitivo» al foco que quedaba activo en la falda norte de la Peña Cenicientos, un enclave con un alto valor ecológico por su gran riqueza y biodiversidad, considerado el «pulmón» de la localidad, según los vecinos.
Así, a última hora de la tarde, el director de la Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid (ASEM), Carlos Novillo, detallaba los trabajos de extinción y cómo quedaba definido el fuego, y explicaba que tras asegurar el perímetro se daban las condiciones favorables para que las brigadas terrestres entrasen en la zona para «conseguir extinguir este último foco, para que por la mañana si las condiciones siguen igual y la noche no nos da ninguna sorpresa, poder dar el incendio por controlado». Subrayó que las condiciones de este fuego habían mejorado y que un total de 350 efectivos seguirían con labores de extinción y vigilancia del perímetro. Igualmente adelantó que las unidades de la UME irían regresando a sus bases a medida que se fuese avanzando en la lucha contra el fuego.
Preguntado por el origen del incendio, aclaró que es el Seprona y las autoridades competentes de Castilla-La Mancha las que determinarán este aspecto, pero que las consecuencias de la intensidad del incendio se han debido a la suma de varios factores, «la situación en cuanto a esa sequía prolongada de la primavera, la ola de calor con ese repunte de temperaturas, la velocidad del viento y esa alineación hacia estos valles en una orografía complicada y con una masa forestal muy frondosa, son las condiciones que generan este tipo de incendios extremos».
Por otra parte, el presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, quien participó por la mañana en la reunión de trabajo del centro de mando situado en Cenicientos, dijo que se había rebajado la peligrosidad del incendio a nivel 1 del Infoma, –en una escala de tres– lo que no significaba que se fuesen a reducir los medios o la alerta. Añadió, además, que dada la ola de calor actual se prevé que los bomberos permanezcan en la zona varios días.
Igualmente, Rollán destacó que «afortunadamente, no en toda la superficie ha tenido el mismo efecto el fuego. Estamos viendo una zona en la que no ha tenido impacto de ningún tipo, salvo el de la elevación de las temperaturas, y otras muy afectadas. Zonas en las que el monte bajo, pasto, tronco y copas de árboles están en perfectas condiciones y otras que han sido arrasadas en su totalidad». También quiso aclarar, ante el interrogante sobre el origen del incendio, que «para mi conciencia será agradable que esto se deba a las altísimas temperaturas y que el factor humano no tuviera incidencia de ningún tipo porque las consecuencias han sido terribles». Quiso destacar igualmente que los vecinos han podido estar tranquilos «desde el minuto 1» del incendio: «Gracias a la ejemplar labor de los miembros del operativo se ha conseguido que ninguna vivienda haya sido pasto de las llamas», concluyó.
De hecho, ayer regresaron a sus casas todos los vecinos que habían sido desalojados.
En esta zona, los bomberos vigilan de forma especial un nido de águila imperial con una cría, para que no se vea afectado, a la espera de que regresen los padres. Por cuanto a la zona de Cadalso de los Vidrios, esta zona ya sufrió incendios severos en 2003 y 2013, llegando el fuego a quemar jardines de los chalets de la urbanización del Encinar del Alberche, en Villa del Prado. Sería, pues, la tercera vez que se desaloja.
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