Ayuntamiento de Madrid

Ferraz se hace con el control del PSM

El éxito o fracaso de los «tomasistas» dependerá del resultado de las generales

La Razón
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Poco le ha servido a Antonio Miguel Carmona ser dócil ante las decisiones de Pedro Sánchez. Aceptó que le hicieran la lista y el equipo electoral. Tragó con los desplantes con el que salpicaron su carrera electoral tanto Ferraz como la Comisión Gestora presidida por Rafael Simancas. Aceptó dar su apoyo a Manuela Carmena sin entrar en el gobierno municipal y se puso de perfil cuando fue necesario. Aun así, Antonio Miguel Carmona ha sido cesado como portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.

Carmona es la última piedra en el camino que le quedaba a Pedro Sánchez para tomar el control del Partido Socialista Madrileño. Todo empezó el 11 de febrero con el cese de Tomás Gómez. Ya en esos días el secretario general cesado fue premonitorio «Carmona será el siguiente», comentó a LA RAZÓN. Luego fue la disolución del Comité Regional controlado por los «tomasistas». La Gestora hizo su trabajo y en las listas electorales municipales los partidarios del defenestrado Gómez fueron desapareciendo como por arte de magia. En la lista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, presentaron a Ángel Gabilondo a unas primarias que de primarias sólo tenían el nombre. Finalizada la contienda electoral, la Gestora y Ferraz siguieron moviendo piezas. Convocaron unas primarias y un congreso en medio del estío. Sara Hernández, la alcaldesa de Getafe, ganó con el apoyo del aparato a pesar de los gritos de tongo –y con la oposición del 45% de la militancia madrileña que apoyó a Juan Segovia– que se produjeron en el cónclave socialista porque se contaron más votos que asistentes. En su ejecutiva se incorporó Purificación Causapié como Secretaria de Coordinación de Madrid Ciudad. En ese momento, las horas de Carmona como líder municipal estaban contadas.

Un tres de agosto Carmona se enteró de su cese. Primero tuvo noticias por la Cadena SER. Luego se lo comunicó Sara Hernández. Como Tomás Gómez, Carmona rechazó premios de consolación. No aceptó ser senador y seguirá en su puesto de concejal. Al menos de momento. Causapié, que fue miembro de la ejecutiva federal de la mano del militante madrileño, Alfredo Pérez Rubalcaba. Carmona ha sido cesado por sus malos resultados electorales. Ciertamente tuvo un mal resultado. Pero igual de malo, o de bueno, que los candidatos socialistas en Barcelona, Zaragoza o Valencia, por ejemplo. Los tres siguen en sus puestos y no hay noticias sobre su cese. Tomás Gómez fue cesado por una supuesta implicación en la construcción del Tranvía de Parla. Su enjuiciamiento era inminente, según la oficialidad socialista, pero sigue durmiendo el sueño de los justos. Han pasado siete meses y nada se sabe del caso Parla. Ni del enjuiciamiento de Tomás Gómez.

Antonio Miguel Carmona seguirá de concejal y quiere plantar batalla en el congreso ordinario del PSM la próxima primavera. Si las generales sonríen a Pedro Sánchez sus posibilidades son nulas. Si las urnas no son halagüeñas con las aspiraciones del secretario general del PSOE todo es posible.