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Fuga de película en los juzgados de Getafe

Un preso huye en un traslado desde la cárcel. Golpeó a un guardia civil y se escapó en un coche que lo esperaba.

El recluso, Henry Ramírez
El recluso, Henry Ramírezlarazon

Un preso huye en un traslado desde la cárcel. Golpeó a un guardia civil y se escapó en un coche que lo esperaba.

A la hora exacta y en el lugar preciso. A unos metros de donde iba a ser juzgado, Henry Ramírez Rosario burló las medidas de seguridad para huir en un coche que varios compinches habrían condicionado para una fuga perfectamente planeada. Sucedió a las puertas del Juzgado de lo Penal 5 de Getafe. El hombre, un español de origen dominicano de 26 años de edad, permanecía en prisión en el Centro Penitenciario de Navalcarnero desde 2017 por haber cometido «numerosos delitos contra el patrimonio», según informaron a este periódico fuentes policiales.

El suceso se produjo en torno a las 10:00 horas. Varios agentes de la Guardia Civil procedieron a sacar del furgón al detenido para acompañarle hasta los juzgados de la calle Terradas, en Getafe. El delincuente aprovechó un momento para zafarse de uno de los agentes que le custodiaban empujándole y tirándole al suelo, con lo que sufrió lesiones leves y tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles. El individuo logró así escapar, llegando rápidamente hasta un BMW negro que le esperaba frente al juzgado y que salió de allí a gran velocidad, imposibilitando cualquier actuación de las Fuerzas de Seguridad. Según relató un testigo de los hechos, además de las personas que se encontraban en el coche de la fuga, Ramírez podría haber contado con otro secuaz que impidió que ningún otro vehículo aparcara en el lugar elegido para aguardar con el motor en marcha a que el preso se liberara de sus escoltas.

Según denunció más tarde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), este caso evidencia la falta de personal que vienen sufriendo las unidades especializadas durante este tipo de traslados que, a su juicio, deberían estar especialmente reforzados cuando se trata de un desplazamiento a dependencias que no cuentan con medidas idóneas de seguridad. Así ocurre en los juzgados que nos ocupan, que no cuentan con un aparcamiento que evite ese paseillo a pie con los presos y que, ayer en Getafe, permitió la fuga de un delincuente con numerosos antecedentes policiales. Además, la AUGC detalló que la situación es especialmente delicada en la Compañía de Conducciones de Leganés –a la que le habría cometido el traslado de hoy– pues su plantilla se encuentra en estos momentos notablemente reducida debido a varias bajas laborales relacionadas con sus condiciones de trabajo. Esto obliga a que, tal y como ocurrió ayer con Ramírez, sean los guardias civiles de las cárceles los que tengan que acompañar a los presos en los furgones y en los trayectos a pie.

La Guardia Civil y la Policía mantienen desplegado un dispositivo para localizar al fugitivo, que anoche seguía huído.