Historia

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Historia entre fortines

Nuevo Plan de Fortificaciones de la Comunidad de Madrid

El general del bando sublevado García-Escámez durante la tercera batalla de la Carretera de La Coruña. Foto: ARCHIVO NACIONAL DIGITAL DE POLONIA
El general del bando sublevado García-Escámez durante la tercera batalla de la Carretera de La Coruña. Foto: ARCHIVO NACIONAL DIGITAL DE POLONIAlarazon

Tras la contienda queda el campo de batalla abandonado, conservando las cicatrices del conflicto que guardan la memoria de lo que allí aconteció. Documentar, estudiar y conservar esos restos de historia para que no se pierdan es labor de investigadores y administraciones. Y así, la Comunidad ha organizado en Brunete una exposición itinerante centrada en la parte de la Guerra Civil Española que tuvo lugar en territorio madrileño, a modo de presentación del Plan Regional para proteger y difundir este legado histórico.

La muestra «Entre fortines y trincheras: el Plan de Fortificaciones de la Comunidad de Madrid», inaugurada por el consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Jaime de los Santos, da a conocer esa huella material de la cruenta guerra fraticida que tuvo en Madrid un frente que se estabilizó en torno a la capital, lo que ha dejado importantes restos arqueólogicos que ayudan a comprender y conocer más a cerca de los hechos del conflicto ocurridos en la región.

Como explica el consejero, Jaime de los Santos, «creemos que con esta exposición, que hemos querido que recorra la región, contribuimos a explicar una parte de la historia de España que todavía es poco conocida y que tiene a la Comunidad de Madrid como trágica protagonista», y quien, como historiador del Arte, considera que «el conocimiento de la Historia es un antídoto fundamental para evitar los errores del pasado».

La exposición presentada en Brunete se divide en cuatro bloques temáticos que, con el apoyo documental de 60 fotografías, muestra un recorrido arqueológico y patrimonial por una treintena de hitos sucedidos a lo largo del conflicto en la región.

El primer bloque temático se centra en la defensa de Madrid, y analiza los años en los que el frente se estabilizó a las puertas de la capital, afectando al día a día de los combatientes y los habitantes de la ciudad.

Un segundo bloque analiza las grandes batallas de Somosierra, Guadarrama, Jarama, Brunete y Madrid, mostrando la brutalidad de los combates, pero también la adaptación de los españoles al conflicto.

El frente de batalla estabilizado llevó a ambos bandos a la construcción de fortificaciones adaptadas al paisaje. Así, las líneas de posición de los dos bandos, fortificadas con trincheras y alambradas, paulatinamente se fueron reforzando con fortines y «búnkeres» de hormigón. Este tercer bloque constituye el legado más espectacular del conflicto.

Por último, se dedica un espacio al conflicto en retaguardia en la que, debido al uso de aviación y artillería de largo de alcance en la guerra moderna, el sufrimiento de los combates no se limitó al frente de batalla, sino que, en ocasiones, la retaguardia en las ciudades fue tan peligrosa como la primera línea de combate.

Por otra parte, dentro de este plan de protección, y dado que el territorio geográfico de la Comunidad alberga uno de los mejores conjuntos de fortificaciones de la Guerra Civil de toda la península, que destaca tanto por su abundancia como por su variedad tipológica y, en general, por su buen estado de conservación, el Gobierno regional está llevando a cabo el Plan de yacimientos visitables, que mejora de la musealización de estas construcciones. Para este objetivo se crearon dos proyectos piloto sobre cómo dar a conocer este patrimonio.

El primero de estos tuvo como campo de actuación la fortificación conocida como «Blockhaus 13», situada en Colmenar de Arroyo, que permite que sea visitable de forma autónoma ya que, además de las actuaciones de excavación y restauración, se instalaron carteles explicativos. La excepcionalidad de este «búnker» de hormigón de 1938, que es el único que se construyó de una veintena de los previstos, radica en que responde a una tipología muy particular y similar a los construidos en Europa durante la Primera Guerra Mundial. El segundo de estos proyectos, es el que actuó sobre el conocido como el «Frente del Agua», en Paredes de Buitrago, que constituye un importante ejemplo de la arquitectura defensiva desarrollada durante la Guerra Civil, pues esta línea de frente que se estableció para proteger los embalses de El Villar y Puentes Viejas, en la sierra norte, y que permaneció casi invariable durante gran parte del conflicto, dio lugar a muchas construcciones.

Conservar los vestigios de la arquitectura defensiva de la Guerra Civil en Madrid

El Plan de Fortificaciones de la Comunidad de Madrid tiene como objetivo documentar, proteger y conservar la arquitectura defensiva militar que los dos bandos construyeron durante los años de enfrentamiento, de 1936 a 1939, basándose en la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad, que protege como valor patrimonial las fortificaciones construidas en ese periodo. En 105 de los 179 municipios de Madrid se han registrado, estudiado e inventariado miles de kilómetros de trincheras y se han sistematizado más de 200 elementos defensivos construidos, documentando puestos de tirador, búnkeres y elementos excepcionales como el denominado Blockhaus 13 (en la imagen), que constituye una excepcionalidad en la tipología constructiva militar del conflicto, y en el que se ha mejorando su musealización con paneles para su interpretación.