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La fuerte presencia policial aplaca la furia en Vallecas

La casa del presunto asesino, en busca y captura, amaneció con pintadas y excrementos.

La casa, con pintadas, del presunto asesino. Foto: David Jar
La casa, con pintadas, del presunto asesino. Foto: David Jarlarazon

La casa del presunto asesino, en busca y captura, amaneció con pintadas y excrementos.

Por cuarto día consecutivo, los vecinos trataron de continuar con las protestas en la plaza de la calle Esteban Carros. El mismo sitio donde fue asesinado su amigo Paco y también donde reside el presunto asesino, miembro del clan gitano de «Los Visita», del cual ya se ha emitido una orden de busca y captura. Sin embargo, desde las 16:30 horas, la zona se encontraba acordonada y con una fuerte presencia policial. Los vecinos, temerosos, comenzaron a conglomerarse en un parque cercano a la plaza. Así, y a pesar de haberse anunciado el pasado miércoles que «seguiremos manifestándonos hasta que la familia gitana se vaya del barrio», sobre las 19:00 horas de ayer, la plaza se encontraba vacía. Al rededor de 200 vecinos, se reunieron en el parque pero sin atreverse apenas a hacer ruido. Se pudo escuchar el ruido de varios silbatos y algún que otro grito suelto como «¡fuera del barrio!».

Aún así, la vivienda del presunto asesino amaneció con varias ventanas rotas por el impacto de las piedras arrojadas en la manifestación de la noche anterior, así como con excrementos de perro a la entrada. Además, podían leerse varias pintadas que decían «asesinos» o «fuera del barrio». Al parecer, sólo la madre del fugado seguía en la vivienda.

Mientras, por la tarde, vecinos de la asociación de El Pozo distribuían panfletos en los que se hacía un llamamiento a la tranquilidad y a la calma, en la medida de lo posible. «En los próximos días, desde la Asociación de vecinos se convocará una Asamblea para decidir las acciones que se van a llevar a cabo para que estos hechos no se vuelvan a repetir». En la carta, la familia de Paco reiteraba el agradecimiento al vecindario, rechazando, «cualquier acto violento que se haya producido o que se pueda producir».

Algunos vecinos, informa Ep, aseguraban que los patriarcas gitanos de la zona se habían reunido en un local cercano y que podían llegar en las próximas horas. Lo que sí esperaban es que el presunto asesino se entregara cuanto antes a las autoridades.

Las protestas por la muerte de Paco, vecino del Pozo del tío Raimundo asesinado el pasado domingo, fueron especialmente intensas el miércoles. Aquel día, unos 300 vecinos, según fuentes policiales, se congregaron en la plaza donde ocurrió el asesinato para protestar por la «inseguridad que desde hace ya tiempo, se está viviendo». Esto es por culpa, según dijeron, «de las familias gitanas que no hacen más que ruido, fiestas y que no saben comportarse como seres humanos».

Un amigo de Paco, que le conocía desde hacía 35 años, reiteraba que «no se trata de un problema de racismo, sino de una familia violenta». Además, explicó que, tras la protesta, vio como una persona intentaba manipular la puerta de la casa del presunto asesino y, seguidamente, llamó a la Policía. «Llamé para dejar constancia de que no fueron los vecinos quienes intentaron entrar en la casa». Afirma que ellos buscan manifestarse de forma pacífica. «Nos concentramos para que no regresen jamás. No queremos asesinos aquí».