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Ciudad Lineal

La Policía revisa las cámaras de Ciudad Lineal en busca del raptor

La niña denunció que un hombre intentó atraparla en la parada del 146 (en la imagen) junto a su colegio
La niña denunció que un hombre intentó atraparla en la parada del 146 (en la imagen) junto a su colegiolarazon

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía continuaban ayer la investigación de los hechos denunciados la noche del lunes por una menor (acompañada por su padre) en las que relató un intento de rapto cuando, en la tarde de ese mismo día, abandonaba el colegio donde estudia y se dirigía a una parada de autobús, según informaron a LA RAZÓN fuentes policiales. El objetivo es rastrear las pistas que la niña aportó sobre el sujeto que la abordó en el trayecto de regreso a casa. Los investigadores están tratando de localizar tanto al presunto autor del rapto, como a la testigo que ayudó a la menor a escapar de su agresor, una mujer que acudió a los gritos de la pequeña que, al parecer, golpeó con su bolso al captor hasta que éste la soltó.

Según el relato de la menor, que cursa sus estudios en el colegio Montpellier, un centro escolar concertado situado en el número 7 de la calle Virgen del Val, en el distrito de Ciudad Lineal, salió del edificio a eso de las 14:45 horas de la tarde y se dirigió hacia la calle Virgen de Nuria, donde se encuentra la marquesina de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Allí tiene su parada la línea 146, que es la que utiliza habitualmente para regresar a su casa. Durante este trayecto, en el que se invierten unos cinco minutos andando, fue cuando la chica, según su denuncia, fue abordada por un individuo que estaba apoyado, en la calle Virgen de África, en un coche de color gris, con los cristales traseros tintados. Sin mediar palabra, trató de introducirla en el automóvil. Ella tuvo los reflejos de empezar a gritar y una mujer acudió en su ayuda.

La descripción del supuesto raptor es de un hombre de mediana edad, canoso, que podría tener rasgos suramericanos y que se comportó de forma violenta. Los investigadores trataban ayer tarde de localizar tanto al agresor como a la mujer que ayudó a la niña, ya que es vital para la reconstrucción de los hechos. Según los detalles aportados por la menor, la salvadora no había podido ser identificada y tampoco se había presentado voluntariamente en ninguna dependencia policial.

Por este motivo, los agentes están examinando las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona, por si hubieran recogido lo ocurrido o, al menos, para encontrar imágenes del automóvil y de su matrícula. De hecho, un establecimiento cercano al colegio tiene dispositivos de videovigilancia cuya grabación se ha requerido por si hubiesen registrado el incidente o a cualquiera de sus protagonistas. También se buscaban testigos de lo ocurrido, ya que no había manera de localizar a la citada señora que con su intervención logró evitar el rapto. Al cierre de esta edición, las pesquisas no habían dado resultados positivos.

Según el relato de la menor, al pasar al lado del individuo, la cogió con gran fuerza por los brazos con el fin de introducirla en el automóvil. Incluso, llegó a abrir la puerta del asiento trasero del lado del conductor. El presunto raptor, que estaba muy alterado, trataba de actuar con rapidez para evitar que los que pasaban por la zona se diesen cuenta de lo que ocurría. Al final, los gritos que daba la niña fueron escuchados por una mujer que comenzó a propinar todo tipo de golpes al agresor. Con los brazos, patadas y hasta con el bolso para que el individuo desistiera en su actitud, lo que, finalmente, consiguió.

En su denuncia ante la Policía, la niña señaló que, dentro de la confusión y tensión del momento, no podía precisar si el agresor había conseguido meterla en el coche en algún momento. Antes de que la niña pudiera tomar nota de la matrícula y el modelo de coche, el individuo logró escapar. La menor regresó a su domicilio y, muy asustada, contó en casa lo que le había sucedido. Por la noche, a eso de las 22:30 horas, padre e hija se personaron en la comisaría del distrito de Retiro, cerca del domicilio, con el fin de formular la correspondiente denuncia. Allí explicó a los agentes que, debido al estado de nerviosismo en el que se encontraba y al forcejeo con su agresor, no estaba segura de poder confirmar al 100% la identidad del secuestrador incluso si lo tuviese delante.

Los hechos relatados por la menor acaecieron mientras se mantiene un operativo, en determinados colegios de la zona, el dispositivo policial puesto en marcha para atrapar al pederasta de Ciudad Lineal, según informó ayer el delegado de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, Enrique Núñez. Subrayó que la vigilancia «no ha bajado» sino que «se mantiene de otra manera la presencia policial en la entrada y salida de esos colegios».