Madrid a vista de pájaro (con nido en Aranjuez)

Históricos monumentos y paisajes inigualables visten las calles de la última ciudad de la Comunidad de Madrid y que mejor manera de contemplar estas joyas arquitectónicas y culturales que a 300 metros de altura en la XVIII edición de la Copa del Rey de Aerostación que se celebra hasta el domingo. El campeonato, cuenta con la amplia trayectoria profesional y deportiva de The Ballon Company, elegido por la F.A.E (Real Federación Española de Deportes Aéreos), como responsable de la puesta a punto del acontecimiento. Aproximadamente 20 globos, con sus respectivos equipos, inundarán el cielo de Aranjuez. Sus más de los 40 deportistas que participarán en la Copa del Rey dirigirán los diferentes y coloridos colosos, que pueden llegar a alcanzar los 30 metros de altura y los 17 metros de diámetro, en una regata que incluirá una gran variedad de pruebas seleccionadas por la Real Federación de Deportes Aéreos para que

cada equipo demuestre los dotes de navegación, habilidad, táctica y estratégica que determinará el claro vencedor ante el jurado.

El arte de volar “no es un camino de rosas” afirma Pedro, antiguo piloto de globos, por ello, cada equipo lo componen dos personas que obligatoriamente deben tener documentos oficiales como el certificado de Aeronavegabilidad del globo en vigor; seguro de responsabilidad civil, según la normativa vigente; licencia de piloto en vigor; alta experiencia demostrada y, por último, una licencia deportiva para el caso de los residentes en España.

Cada piloto junto con su equipo emplean todo un año para preparar la competición, solo hacen falta unas cuantas gotas y fuertes vientos para apagar la mecha de los grandes quemadores y retrasar el campeonato los globos al suelo, por esta razón, la previsión del tiempo debe ser lo más exacta posible. “La previsión del tiempo es una función de probabilidad de entre el 45% o 50 % con un pronóstico a 13 días vista que en un intervalo variable suele ser suficiente con una predicción de 48 horas”, cuenta el director Ramiro Larragán, socio director de Ballon Company. A

pesar de que la lluvia y el sol sean factores esenciales a determinar para volar en globo, el accidente meteorológico que más preocupa a Ramiro es el viento, que no tiene una predicción tan precisa y clara como las dos anteriores.

“No es casualidad que el vuelo en globo se vaya a realizar en Aranjuez”, cuenta Cristina Moreno, alcaldesa de Aranjuez, ya que esta ciudad de Madrid, siguiendo los pasos del primer vuelo –ya histórico- de los hermanos franceses Joseph y Etienne Montgolfier en 1783, fue pionera en realizarse el primer vuelo en globo en España. Esta mágica ciudad aun conserva la replica “maravillosa” del primer globo que participará en el Ballon Fest 2015. Una de los principales compromisos de la alcaldía de Aranjuez al realizar esta regata, dejando a una lado la “belleza

arquitectónica de la ciudad”, es fomentar y apoyar el deporte. Más aún con esta actividad deportiva, una disciplina “totalmente respetuosa con el medio ambiente” y muy acorde con los principios de sostenibilidad”.

Según comenta Cristina, los pilotos y amantes de esta modalidad no son los únicos ilusionados de este encuentro, “los vecinos de Aranjuez están encantados de que nuestra ciudad sea sede de esta edición de la Copa del Rey, ya que se trata de una ciudad fantástica, llena de tesoros naturales y monumentales que nos han llevado a ser declarados por la UNESCO Paisaje Cultural Patrimonio Mundial”. Amplios jardines, paseos “históricos”, calles y plazas, huertas, dos “importantes” ríos que bañan con sus aguas las vaguadas de este “espacio único en el que brillan

nuestra gastronomía, nuestra cultura y nuestras fiestas declaradas de Interés Turístico internacional. Queremos que todos los que acudan a disfrutar de este deporte tan especial, disfruten también de nuestra localidad”, termina diciendo Cristina.

Se estima un amplio número de personas para esta evento singular como es el volar en globo. Una experiencia aterradora para aquel que tiene los pies en la tierra, no tiendo la oportunidad de “sentir”, según Cristina.

Una sensación única al alcance de aquellos que puedan permitirse el lujo de sustentar un costoso aerostato en el que las diferentes partes del globo (envoltura, barquilla, quemadores) ascienden a unos 70.000 euros.

Para aquellos que quieran viajar en globo con espontaneidad pueden hacerlo por 140 euros por viaje, un precio asequible para el coste que supone el mantenimiento de esta aeronave y la oportunidad de volar entre las nubes.

Todo un pasatiempo armonioso, interrumpido por el intermitente zumbido del quemador, “notas como la tierra se aleja bajo tus pies y la adrenalina invade tu cuerpo como una droga que pide volver una y otra vez a repetir esa experiencia cada vez distinta”, argumenta uno de los pasajeros que acaba de aterrizar.