Eutanasia

“Sólo querían que el hospital les pidiera perdón por la muerte de su hijo”

El bebé de nueve meses falleció días después por necrosis intestinal, a pesar de los intentos de los médicos de revertir los efectos de la sobredosis. “Le dieron una dosis diez veces superior”, denuncia su abogado

Hospital Gregorio Marañón de Madrid / Javier Fdez-Largo
Hospital Gregorio Marañón de Madrid / Javier Fdez-Largolarazon

Un bebé de 9 meses falleció el pasado mes de febrero en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid al parecer por una presunta negligencia médica, al administrarle por error una dosis diez veces más alta de un medicamento que necesitaba.

“Sólo querían que les pidieran perdón, que les explicaran qué había ocurrido. Esperaron hasta julio, pero nadie les llamó”, afirma Carlos Sardinero, letrado de la familia del bebé de 9 meses que falleció el pasado mes de febrero en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, al parecer, por una presunta negligencia médica, al administrarle por error una dosis diez veces más alta de un medicamento que necesitaba, como consta en la denuncia que ya se tramita como asunto penal, como ha adelantado el diario El Mundo. Es más, como indican desde la asociación El Defensor del Paciente a la que acudieron los padres, “el Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid investiga si fue el médico el que prescribió la dosis incorrectamente o la enfermera quien la aplicó de forma indebida”.

El pequeño había nacido con un problema de corazón y, en noviembre de 2018 “los padres recibieron la mejor de las noticias al confirmarles que habían encontrado un órgano para él”, explica su letrado que ejerce de portavoz de la familia, ya que “los padres están destrozados”. Fue sometido a un trasplante de corazón y estaba en plena recuperación. “Ellos ya veían la luz al final del túnel”. Sin embargo, el 4 de febrero, a las nueve de la mañana, como figura en el informe médico al que ya han tenido acceso los progenitores, “el niño cae en picado”. Justo antes, había necesitado 100 miligramos de micofenolato, una fármaco inmunosupresor que se emplea para el tratamiento de pacientes trasplantados, pero se le administró un gramo, diez veces más, “y de una sola vez”, insiste Sardinero. En ese momento, “los padres perciben como las cosas en el hospital se aceleran y los sanitarios empiezan a correr por los pasillos. Querían evitar las consecuencias fatales del error”, asevera el abogado.

Como consecuencia del "error"-que, según la denuncia, se admite como tal en la historia clínica del paciente en varias ocasiones- el bebé falleció días después por necrosis intestinal, a pesar de los intentos de los médicos de revertir los efectos de la sobredosis. Y es que, “la historia clínica es muy clara”, dice tajante Sardinero. “Siete horas después, la gravedad de la situación era extrema y no consiguieron revertir la inestabilidad”. El Defensor del Paciente lamenta que por parte del Hospital Gregorio Marañón "no se haya ofrecido una explicación a los padres y, fundamentalmente, que no hayan aportado ayuda psicológica para ayudarles a superar este duelo". Sin embargo, desde el Gregorio Marañón insisten en que “los padres sí que se acogieron al programa

“Los padres han optado por la vía judicial porque el centro ha intentado taparlo, ellos solo querían saber lo que había ocurrido”. Desde el Gregorio Marañón y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid han rehusado hacer declaraciones y, desde el centro, han reiterado que “ofrecerá, como siempre, la máxima colaboración con la Justicia durante la instrucción de la causa hasta que se dirima, si existiese, cualquier tipo de responsabilidad”.