Juegos de azar
Refrescos, bollos y una "mascota"para atraer a los más jóvenes a las casas de apuestas
Los padres denuncian las tretas de las salas de juego para captar a los menores a la salida de los institutos. Exigen a la Administración que haya una distancia con los colegios de al menos 800 metros.
Los padres denuncian las tretas de las salas de juego para captar a los menores a la salida de los institutos. Exigen a la Administración que haya una distancia con los colegios de al menos 800 metros.
Café y bollos a precios asequibles para desayunar, refrescos a bajo precio y bonos con dinero gratis para empezar a probar fortuna y facilitar que se inicien en el mundo de las apuestas. Las casas de juego buscan todas las tretas posibles para ganar clientes entre los más jóvenes, lo que está causando una enorme preocupación entre las asociaciones de padres de alumnos que ven cómo cuando sus hijos salen del instituto o en la hora del recreo se acercan a los locales, aprovechando la cercanía de estos negocios a centros escolares y, lo que empieza siendo en principio una forma de ocio por diversión acaba convirtiéndose en un problema para las familias.
En las redes sociales el diseñador gráfico Fran Ferriz denunciaba el último truco de una empresa de apuestas para ganar clientela. Le ofrecían 200 euros para crear un personaje-mascota que sirviera «para explicar a todo el mundo, pero especialmente a los más jóvenes», cómo jugar en su casa de apuestas. La empresa exponía a Ferriz el por qué de crear la mascota: «Las apuestas comienzan a verse como una amenaza por parte de la sociedad. Nosotros queremos cambiar nuestra estrategia de visibilidad y ser más amables a ojos de la opinión pública (...) Queremos trasladar mensajes tipo “juega con moderación” y queremos que lo haga dicho personaje», exponía el mensaje. Ferriz no dudó en denunciar la situación a través de su cuenta personal de Twitter porque «con estas prácticas las casas de apuestas lo que tratan de hacer es lavar su imagen. Buscan un personaje amable para atraer expresamente a menores. Y con la idea de que hay que apostar con moderación el mensaje que están trasladando es que hay que hacerlo», cuenta el ilustrador a LA RAZÓN.
José Luis Castellano, presidente de la Federación Educación y Familias, que agrupa a las AMPAS de diferentes colegios católicos de la Comunidad de Madrid, no oculta la preocupación que suscita el tema entre los padres. «Desde hace una año venimos detectando que la zona centro se ha degradado muchísimo y han empezado a proliferar estas casas que incentivan sin escrúpulos a los menores para que entren poniendo los refrescos más baratos y utilizando todo tipo de maniobras».
Castellano asegura que se han dirigido a la Junta Municipal de Centro para exponerle la situación y «nos han transmitido las mejores intenciones para combatir este tema y la puesta en marcha de medidas que suenan muy bien pero que queremos que se lleven a la práctica». La mayor preocupación se centra en los alumnos de la ESO, que muchos de ellos tienen aspectos de más mayorcitos y se acercan a las casas de apuestas como si fuera una diversión más». En su opinión, la Comunidad de Madrid está intentando adoptar medidas, pero la normativa vigente no ataja el problema. El cierre de las casas de apuestas cercanas a colegios es complicado, pero exigimos que la legislación sea más dura y que entre los colegios y estos negocios del juego no haya sólo 100 metros de distancia como mínimo, como exige la normativa vigente en Madrid, sino que sea de al menos un kilómetro a la redonda». Además, exige que haya mayor control policial entre los que ya están funcionando «para verificar si efectivamente estos negocios piden la documentación a los menores para poder jugar».
La Federación de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado «Francisco Giner de los Ríos» se ha posicionado en contra del reciente decreto de la Comunidad de Madrid que regula las apuestas, aprobado antes del verano, porque considera que es «demasiado laxo». «No defiende los intereses del menor en cuanto a la publicidad y distancias mínimas a centros educativos hasta el punto de que se puede considerar un fraude de ley», asegura Camilo Jené.
La FAPA cree que debería haber una distancia mínima entre los centros educativos y los locales de juego y casas de apuestas de al menos 800 metros de radio, incluidos los universitarios. Y otros 500 metros de los límites de parques, zonas recreativas o deportivas. Con la distancia regulada hasta ahora «nuestros hijos e hijas pueden desde los patios del centro educativo o desde otras zonas comunes, alejadas de la puerta de acceso al colegio, estar viendo perfectamente la entrada de la sala de juego o la publicidad de los escaparates», dice Jené. Por eso también han pedido prohibir la publicidad en medios autonómicos y locales de televisión, radio y prensa y han invitado a la responsabilidad social de los personajes famosos para que no participen en su publicidad.
En esta misma línea, Pedro José Caballero, presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) ha propuesto evitar que se emitan anuncios televisivos que puedan incitar y generar adicción al juego y a las apuestas on line. Concapa ha pedido una mayor sensibilidad sobre un tema «cada vez más difícil, por cuanto se multiplican las adicciones a este tipo de juegos entre los jóvenes españoles y menores. En las promociones incluso se ofrecen cantidades de regalo para iniciarse en el juego, que a la larga generan serios problemas de adicción, perjudicando en casos extremos la estabilidad de las familias».
Concapa también se ha manifestado en contra de que «personajes famosos o conocidos» sean precisamente los que promuevan estas prácticas, que no hacen otra cosa que «generar adicción en un colectivo tan vulnerable como el de los menores».
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