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Tras la estela del pirómano de Navas del Rey

La Razón
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A finales de agosto de 2012, un incendiario provocó el incendio más grave de los últimos años en la región, en el entorno de Robledo de Chavela, quemando 2.000 hectáreas de monte en la Sierra de Guadarrama. El autor del fuego prendió seis focos a lo largo de la carretera M-537, que recorre la zona, en los lugares en los que más daño podía provocar al entorno. De hecho, hubo que desalojar cinco urbanizaciones por el peligro de las llamas. Pese a las arduas investigaciones de la Guardia Civil, no se logró averiguar la identidad del causante del incendio, puesto que inició los focos mientras circulaba en un vehículo, de modo que nadie pudiese vincularle al origen del fuego.

En cambio, un año después, la Guardia Civil atrapó in fraganti a un agente de la Benemérita que había provocado 20 incendios y conatos de incendio en la zona de Navas del Rey con la ayuda de un mechero. El detenido fue diagnosticado de piromanía. También in fraganti detuvieron los agentes municipales de Galapagar a una pirómana que estaba implicada en ocho fuegos en un radio de 100 metros entre sí. Una de las cámaras del sistema de videovigilancia municipal captó a la mujer en el momento en el que se disponía a incendiar una finca del barrio de San Gregorio de la localidad.