Ahora Madrid

Un año y medio de tensiones: del Patio a la Memoria Histórica

La gestión de la Cultura y el Urbanismo han hecho evidentes las diferencias en Ahora Madrid desde su llegada a Cibeles.

Carlos Sánchez Mato, ayer en el Teatro del Barrio de Lavapiés
Carlos Sánchez Mato, ayer en el Teatro del Barrio de Lavapiéslarazon

La gestión de la Cultura y el Urbanismo han hecho evidentes las diferencias en Ahora Madrid desde su llegada a Cibeles.

Preguntada hace dos semanas por la existencia de diferencias entre los concejales que integran el grupo municipal de Ahora Madrid en el Ayuntamiento, la portavoz Rita Maestre negó la mayor: «Somos un equipo unido». La pregunta hacía referencia a la decisión de la concejal de Tetuán de iniciar el expediente para cambiar el nombre de tres calles pasando por alto el criterio del Comisionado de la Memoria Histórica y la decisión del Ejecutivo de Carmena de reforma las ordenanzas municipales para despojar a las juntas de distrito la competencia para rebautizar las calles con vinculaciones franquistas. No estábamos ante un desafío, según defendió Maestre.

Pocos días después, en concreto el último de enero, el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, no tuvo más remedio que retirar del orden del día de la sesión su propuesta para dar luz verde a la conversión en apartamentos turísticos de la antigua sede okupa del Patio Maravillas en la calle Divino Pastor. El expediente contaba con todos los informes técnicos favorables pero las tensiones existentes dentro del grupo de veinte concejales que sostienen a Carmena en la Alcaldía obligaron a Calvo a aplazar su votación. Horas antes de que el edil de Podemos retirara este punto del orden del día, el Patio Maravillas y Ganemos –una de las plataformas integradas en Ahora Madrid– habían hecho públicos sendos comunicados en los que cargaban con dureza contra del equipo municipal: «La política urbanística que está desarrollando el área de urbanismo del ayuntamiento parece no haberse distanciado todo lo que se esperaba de las formas de hacer ciudad que venía desarrollando el Partido Popular. La modificación del Plan Especial que mañana presenta el grupo de Ahora Madrid no es un mero trámite: es la aceptación política de una manera de hacer ciudad pilotada por los intereses inmobiliarios y financieros». Con esta oposición interna, Calvo optó por evitar una votación en el Pleno que evidenciara esas diferencias que Maestre niega.

La escena de Ahora Madrid partido en dos con motivo de la votación de un proyecto urbanístico ya se había producido meses antes. Ocurrió en noviembre de 2015, apenas unos meses después de la llegada de Ahora Madrid al Palacio de Cibeles. Se votaba, a propuesta también del delegado Calvo, la autorización para que las familias del Residencial Maravillas levantaran sus viviendas sobre el solar del antiguo Taller de Artillería y Precisión de Raimundo Fernández Villaverde. El PP solicitó la votación a mano alzada, lo que hizo visible la brecha que separa a las «dos almas» –en palabras de una concejala socialista– del grupo municipal que lidera Carmena: seis ediles votaron contra una decisión de su propio Gobierno. Entre ellos, además de Carlos Sánchez Mato y Yolanda Rodríguez, estaban Arce, Galcerán, Carmona y Valiente, es decir, los cuatro firmantes del manifiesto que ayer solicitaba al Ejecutivo municipal pedir perdón a los titiriteros detenidos en el Carnaval de 2016.

El otro ámbito en el que las tensiones dentro de Ahora Madrid se han hecho evidentes, además del urbanismo, es la gestión cultural. La crisis de los titiriteros abrió una brecha que se hizo más profunda después de que Carmena decidiese retirar a Celia Mayer la competencia de aplicar la Ley de Memoria Histórica sobre el callejero y crear, a tal efecto, un comisionado independiente.