Política

Contaminación ambiental

Vecinos de Chueca esperan al nuevo Ayuntamiento por el ruido

Le pedirán que anule la normativa de Carmena que permite incumplir los límites de decibelios en las fiestas del día del Orgullo.

La suciedad que queda en las calles tras las fiestas es otro de los grandes motivos de queja por parte de los vecinos. Foto: Cristina Bejarano
La suciedad que queda en las calles tras las fiestas es otro de los grandes motivos de queja por parte de los vecinos. Foto: Cristina Bejaranolarazon

Le pedirán que anule la normativa de Carmena que permite incumplir los límites de decibelios en las fiestas del día del Orgullo.

Una turbina de avión alcanza los 120 decibelios. Ése es el nivel de ruido que la Asociación de Vecinos de Chueca ha llegado a registrar, gracias a los medidores correspondientes, en sus calles durante la celebración de los diferentes Días del Orgullo celebrados en la capital. En conversación con LA RAZÓN, aseguran que estas fiestas se han convertido en su particular «día de la marmota». O días, ya que, «ahora, el evento dura prácticamente diez, desde el viernes 28 de junio hasta el sábado 6 de julio. Una fecha esta última que los residentes tienen marcada en rojo en sus calendarios. «Todos los vecinos nos vamos del barrio», incluidos los vecinos gays, ya que «en la asociación están representadas todos los tipos de familia», explican.

La asociación denuncia por tercer año consecutivo «un uso de la gestión administrativa claramente ilegal» por parte del Ayuntamiento que aún preside Manuela Carmena. Recuerdan que fue su Junta de Gobierno la que autorizó la suspensión de los niveles máximos de emisión sonora en los eventos enmarcados en las fiestas del Orgullo (MADO). Unos actos que el Consistorio considera un «festejo popular» y un «evento especial», de «especial interés» y que, por lo tanto, «cuentan con una normativa propia que regula su actividad y que les obliga «a salir de concurso público para adjudicar su organización». «Ni MADO es un festejo popular ni quiere ser declarado como tal. De serlo, su organización debería licitarse a través de un concurso público», afirmaba ayer la asociación en su página web. En definitiva, creen que estamos ante una «triquiñuela administrativa».

«Nadie se atreve a gestionarlo correctamente, igual que se hace con una final de la Champions. Y no se hace por el miedo a ser tachado de homófobo, ya que se piensa que hay todo un colectivo detrás. Y no es verdad: MADO lo conforman un grupo de empresas de ocio nocturno que han visto en esta cita una oportunidad para hacer negocio», aseguran los vecinos a este diario.

A los tribunales

¿El panorama? Pastillas para dormir, tapones para los oídos y, finalmente, una huida masiva de los vecinos del distrito Centro. Una zona, por cierto, especialmente protegida por el Ayuntamiento ante los elevados niveles de ruido. Un distrito, afirman, donde el colectivo gay «no tiene problemas de visibilidad, que es el recurso que esgrime el Ayuntamiento. Tendría más sentido que hicieran estas celebraciones en barrios más periféricos, donde sí pueden sufrir problemas de aceptación». De hecho, consideran que hubo una oportunidad de diversificar los festejos del MADO cuando se barajó la propuesta de realizar un «Orgullo por barrios», algo que se quedó solo en intenciones. «El municipio es lo suficientemente grande como para absorber actividades de todo tipo sin causar molestias a los vecinos», añaden.

La Asociación de Vecinos de Chueca está también pendiente de las negociaciones entre PP, Cs y Vox que podrían dar pie a la salida de Manuela Carmena de Cibeles y a la constitución de un nuevo Consistorio. Salga quien salga, «vamos a insistirles para que suspendan la actual normativa». Y en caso de que hicieran oídos sordos, no descartan «pedir medidas cautelares en el juzgado de lo contencioso administrativo».