...y Fraile monta el «show»: «Queremos Eurovegas en Parla»

El alcalde de Parla, el socialista José María Fraile, se disponía a cerrar el Debate sobre el Estado de la Ciudad. Era el último turno de palabra y soltó entonces la «perla» con la que sorprendió incluso a los ediles de su bancada: «Queremos Eurovegas en Parla». Era sólo el final de una intervención en la que Fraile, sin chaqueta, con la camisa arremangada y al más puro estilo de un monologuista, interactuó con el público y no dudó en imitar a Esperanza Aguirre al recordar una antigua conversación mantenida entre él y la ex presidenta. Antes, en su balance del año para Parla, el regidor alabó el hecho de que la ciudad siga «funcionando», mantenga los servicios sociales públicos para los vecinos, al tiempo que reconoció la existencia de algún «punto negro» en el día a día del municipio como la problemática de seguridad derivada de las viviendas ocupadas ilegalmente en la calle Toledo. Respecto a la intención de la Comunidad de Madrid de llevar a la Justicia el hecho de que Parla tenga vacantes 38 plazas de agentes locales e incumpla así el convenio de las Bescam, Fraile subrayó que no se dejará «amenazar» por el consejero Salvador Victoria ni por los «medios de comunicación de derechas». Desde la oposición, el portavoz del PP, Miguel Ángel López, quiso subrayar el hecho de que la estabilidad política e institucional de Parla pueda verse afectada por los múltiples frentes judiciales que actualmente mantiene abiertos el alcalde –el caso de los «sobresueldos» que presuntamente habría pagado a los empleados públicos así como la causa por el controvertido cese del anterior jefe de la Policía Local–. El portavoz de Izquierda Unida lamentó que Fraile haya adoptado algunas «políticas erróneas» en los últimos meses de su mandato, aunque también se esforzó en subrayar lo mucho que su coalición comparte con el grupo del alcalde. El comienzo del Pleno estuvo marcado por la tensión que se originó en el acceso al teatro en el que tuvo lugar el debate. En un principio, sólo pudieron acceder aquellos vecinos que portaban una invitación facilitada por el Ayuntamiento. Ante las protestas de los que se quedaban fuera, la Policía Municipal permitió la entrada de todos.