«Educación ha hecho un problema de lo que era la solución para los libros de texto»

El portavoz regional de Ciudadanos, Miguel Sánchez, criticó ayer el desarrollo que ha realizado la Consejería para la aplicación de la Ley de Gratuidad en la que, según manifestó, no ha contado con la comunidad educativa

El reglamento para la aplicación de la Ley de Gratuidad de los Libros de Texto, está ocasionando más de un dolor de cabeza para el Gobierno regional, a pesar de que la unanimidad política para su aprobación en la Asamblea, podía hacer vislumbrar un éxito para el Ejecutivo del PP.

Si hace un par de semanas el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Centros Cooperativos de Enseñanza, criticaba la falta de concreción con respecto a su aplicación, ayer el portavoz de Ciudadanos en la Cámara, Miguel Sánchez acusaba a los dirigentes de la Consejería de Educación de haber convertido en un problema lo que pretendía ser la solución para que las familias pudieran beneficiarse de la gratuidad de los libros de texto de sus hijos.

Sánchez hizo hincapié en que los responsables del departamento contaban con el respaldo político y el dinero suficiente y, a pesar de ello, «han sido incapaces de evitar que los padres tengan que pagar en septiembre por los libros de sus hijos». El líder de la formación naranja consideró «inaceptables» las cantidades de entre 100 y los 150 euros, destinadas a las familias, «cuando cualquier estudio fija en una media de 300 euros el desembolso que debemos realizar los padres en libros por cada hijo en edad escolar». Criticó que no se han considerado las propuestas realizadas por los colectivos implicados, por lo que aseguró que una de las actuaciones más reivindicadas por el sector educativo ha logrado enfrentar a Educación con las asociaciones de padres, docentes, colegios e incluso libreros.

En su valoración de la situación, Cs, acusó a los altos cargos de la Consejería de «hacer dejación de funciones a sabiendas de que las partidas económicas propuestas no son suficientes para la adquisición de todos los libros, dejando que sean los padres que decidan qué libros quieren recibir y creando así un nuevo problema para el centro».

La gratuidad de libros de texto comenzará a aplicarse el próximo curso en tercero y cuarto de primaria, aspecto que también fue criticado por el portavoz de la formación naranja, quien consideró que «es un grave error» porque, según señaló, debía comenzar a aplicarse en los primeros cursos, para asegurar la disponibilidad por parte de las editoriales, dejando para el próximo curso el desarrollo normativo global sobre la creación de un programa de Bancos de Libros eficiente, «que busque el desarrollo de principios como la corresponsabilidad, la autonomía escolar y la rentabilidad en el uso de los recursos públicos».

La organización para conseguir la gratuidad de los libros escolares se ha convertido en una patata caliente para Educación.