Política

Región de Murcia

El conde de Floridablanca, un ilustrado murciano en la corte de Carlos III

El Palacio de El Almudín y la Sala Verónicas acogen, hasta el próximo 28 de abril, la exposición más importante realizada en los últimos años sobre los acontecimientos que marcaron el siglo XVIII español

La exposición recoge hasta siete obras costumbristas de Francisco de Goya y de otros autores, como la pieza de Antonio Carnicero, procedente del Museo de Bellas Artes de Bilbao. LA RAZÓN
La exposición recoge hasta siete obras costumbristas de Francisco de Goya y de otros autores, como la pieza de Antonio Carnicero, procedente del Museo de Bellas Artes de Bilbao. LA RAZÓNlarazon

El Palacio de El Almudín y la Sala Verónicas acogen, hasta el próximo 28 de abril, la exposición más importante realizada en los últimos años sobre los acontecimientos que marcaron el siglo XVIII español

La historia social y política de España entre los años 1777 y 1792 estuvo marcada por las estrategias del conde de Floridablanca, nombrado secretario de Estado por el Rey Carlos III. José Moñino Redondo, nacido en Murcia, el 21 de octubre de 1728, se convirtió en la sombra del monarca para desarrollar su ideario político, en un tiempo convulso que se debatía entre acérrimos conservadores de las viejas instituciones y unos impetuosos revolucionarios.

Su vida y su legado se pueden contemplar hasta el próximo día 28 de abril en la exposición que el Gobierno regional ha organizado junto al Ayuntamiento de Murcia y Acción Cultural Española.

Más de 300 obras repartidas en el Palacio del Almudín y la Sala Verónicas, reflejan, no solo la vida y acciones del que fuera secretario del Despacho de Estado de Carlos III, sino también, la vida social española, la política exterior, la industria, el ejército, las obras públicas, las bellas artes, la ciencia, la economía, la caridad y hasta la indumentaria.

Solo por el número de piezas de la muestra, esta exposición se ha considerado como una de las mas importantes que en los últimos años se han dedicado al reinado de Carlos III y de su hijo Carlos IV.

Entre las pinturas se pueden contemplar obras de Goya, Mengs, Batoni, Tiépolo, Maella, Bayeu, Esteve, Inza, entre otros artistas.

La escultura está representada desde los bustos de Floridablanca y José Nicolás de Azara a la monumental estatua ecuestre de Carlos III de la Real Academia. No faltan las producciones de los talleres reales de piedras duras con un excepcional George Washington, de relojería, de porcelana, mapas o documentos.

Entre las obras de artistas de patrocinio regio destaca por la elegancia de líneas el pianoforte realizado para la infanta de España María Luisa de Borbón.

Dibujos, estampas y libros muestran a la vista de los espectadores un sinfín de obras políticas, científicas, literarias y militares. Todas estas obras proceden de Reales Academias, de los Museos, Bibliotecas y Archivos Nacionales, Museos Provinciales, Patrimonio Nacional y de algunas de las más importantes colecciones privadas de nuestro país.

El itinerario expositivo se estructura en quince secciones en las que se hace un recorrido por todos los aspectos más significativos del momento, comenzando por sus inicios como abogado hasta que llegara como ministro de su majestad en Roma. Al terminar sus estudios de derecho ejerció como abogado junto con su padre, y gracias a sus importantes relaciones, como el duque de Alba o Diego de Rojas y Contreras, pudo dar el salto a la Administración, ya que fue nombrado fiscal del Consejo de Castilla en 1766, lo que significó el inicio de su carrera política.

En la sección dedicada a la monarquía, se abordan distintos aspectos, desde su relación personal con los dos monarcas, a la vida en la corte.

Su teoría política también tiene un papel destacado en la muestra, con obras que ilustran sobre su pensamiento político, el dirigismo ideológico o el empleo de la imprenta y la calcografía para la divulgación de sus campañas ideológicas.

En la sección dedicada a «los españoles» se representa a las distintas clases sociales y sus aficiones con obras de marcado carácter costumbrista realizadas por Tiépolo, González Velázquez, Esteve o Carnicero.

Sin olvidar la polémica entre Floridablanca y la condesa de Montijo sobre el denominado traje nacional. En este punto, el conde defendía que para la economía, el lujo en el vestir y el amueblamiento, suponía un gran costo para la balanza de pago.

Pero sin duda, su mayor actividad política fue en el departamento de Exteriores donde su principal objetivo fue fortalecer las posiciones de España frente al poder de Inglaterra en los mares y el ámbito colonial.

Tras morir Carlos III, su posición ante la Revolución Francesa le hicieron perder el favor real y fue destituido. Olvidado y de nuevo en Murcia fue nombrado presidente de la Junta Suprema Central en 1808. En diciembre de ese mismo año moría en Sevilla.