Región de Murcia

El pulso entre Ciudadanos y Vox podría llevar a la Región a repetir las elecciones

La formación de Santiago Abascal exige que los naranjas cedan ante sus exigencias, mientras que Teodoro García Egea llegó ayer a Murcia para mediar entre ambos y abrir camino a la investidura de López Miras

El candidato del PP a la Presidencia, Fernando López Miras, y el portavoz del Grupo Popular, Joaquín Segado, han apostado desde el primer día por terciar entre Cs y Vox para llevar la «estabilidad» al Gobierno murciano
El candidato del PP a la Presidencia, Fernando López Miras, y el portavoz del Grupo Popular, Joaquín Segado, han apostado desde el primer día por terciar entre Cs y Vox para llevar la «estabilidad» al Gobierno murcianolarazon

La formación de Santiago Abascal exige que los naranjas cedan ante sus exigencias, mientras que Teodoro García Egea llegó ayer a Murcia para mediar entre ambos y abrir camino a la investidura de López Miras

Apenas quedan unas horas para que los diputados y diputadas de la Asamblea Regional vuelvan a pronunciarse sobre la investidura del candidato popular, Fernando López Miras, como presidente del Gobierno murciano, en el que se espera que Vox actúe con «responsabilidad» y se abstenga en esta segunda votación. De no hacerlo, «sería difícil de explicar». Desde el Partido Popular lo tienen claro, y la única forma de frenar la entrada del «sanchismo» en la Región sería con el apoyo de la formación de Santiago Abascal o, de lo contrario, la Región iría de cabeza a repetir elecciones, algo que no beneficiaría a Vox. No obstante, estos mantienen en vilo al resto de grupos al seguir enrocados en su intención de voto del «no».

El portavoz parlamentario del PP, Joaquín Segado, aseguró ayer que seguían con la mano tendida a cumplir con las exigencias programáticas que Vox ha trasladado tanto a ellos como a Ciudadanos, y aseguró que será la única forma de formar un gobierno reformista y liberal.

Pero tanta es la incertidumbre que hasta Murcia se trasladó ayer el secretario general del PP nacional, Teodoro García Egea, para poder acercar posturas y convencer a Vox de que la única forma de que la izquierda no gobierne es ponerse de acuerdo.

En este punto, también llamaron la atención las declaraciones del portavoz de Vox en la Asamblea Regional, Juan José Liarte, quien aseguró que su grupo «no está dispuesto» a poner en riesgo el interés de la Región, pero exigió como condición «sine qua non» que Cs acepte estudiar una de sus propuestas estrella: la derogación parcial o un posible recurso de inconstitucionalidad sobre la Ley de Igualdad LGTBI de la Comunidad de Murcia.

«Trabajamos contrarreloj para presentar a Cs varias opciones, como la de modificar o suprimir artículos basados en las charlas de educación afectivo-sexual en centros educativos, algo que, en opinión de Vox, choca con el derecho a la libertad de los padres a educar a sus hijos en sus valores».

De esta forma, Liarte aseguró que si no se llegara a un acuerdo, la responsabilidad sería única y exclusivamente de la formación naranja. «Si se enrocan en una posición intransigente haremos saber que no ha habido acuerdo por la negativa de Cs».

Por su parte, la líder de la formación naranja, Isabel Franco, como ha repetido en varias ocasiones, no negociará con ninguna otra fuerza que no sea PP o PSOE, y en función del resultado que salga hoy a partir de las 19:30 horas de la Asamblea Regional, podrá optar a estar al frente de la mitad del Gobierno regional, o le llevará a entablar conversaciones con el PSOE, algo que parece improbable tras firmar el acuerdo de gobernabilidad con el PP.

Una batalla en Murcia, Madrid y las redes

La pugna por la gobernabilidad no es exclusiva de las negociaciones de los grupos políticos de la Región. Las diferentes direcciones nacionales están jugando un papel muy importante en el desarrollo de los pactos, tanto para bien como para mal. Ayer, a través de Twitter, se libró una batalla entre Vox y Cs en la que los de Abascal se refirieron al líder de Cs, Albert Rivera, como un «acojonado» y «sinvergüenza», mientras que los naranjas respondieron con «Loco Vox» (en referencia al grupo Locomía). En este asunto, el PP jugó el papel más decisivo, el de terciar para que se llegue a un entendimiento entre las fuerzas de centro-derecha y evitar la llegada del socialismo a las administraciones.