Los forenses explicarán hoy como murió la pareja holandesa asesinada

El juicio sobre el macabro crimen está previsto que finalice esta semana con las conclusiones de las partes

Hoy se darán a conocer los detalles del asesinato de la jugadora de voleibol Ingrid Visser y su pareja Ludewijk Severin cuyos cuerpos fueron descuartizados y enterrados en cal viva para hacerlos desaparecer. Los forenses encargados de hacerle la autopsia a los restos encontrados explicarán ante el Jurado qué fue lo que les ocasionó la muerte tras recibir una brutal paliza, según describieron los peritos del Instituto Forense de Madrid y los acusados durante la celebración del juicio.

Según el informe pericial, la pareja holandesa fue golpeada brutalmente con algún objeto contundente lo que les produjo numerosas fracturas en el cráneo. La paliza que los mató se la propinó Valentín Ion, uno de los rumanos que contrató Juan Cuenca, el gerente del Club de Voleibol Murcia 2005, en el que la holandesa jugó desde el año 2009 hasta su disolución, por problema económicos en 2011.

Tras el cierre, Cuenca y la pareja de Visser, entablaron relaciones comerciales que culminaron con la constitución de una sociedad en Gibraltar, mediante la cual iban a canalizar las cantidades que se le debían a la jugadora y las ganancias de otras actividades. Al parecer los negocios se torcieron y el gerente, que durante el juicio señaló que «era sus vidas o la mía», decidió ponerles fin.

Concertó una cita con Lodewijk en una casa rural apartada en Molina del Segura y allí desarrolló el plan. Tras matarlos, decidieron ocultar sus cuerpos y para ello les cortaron la cabeza y las extremidades, les echaron cal viva para desfigurarlos y después los enterraron en la finca de Serafín de Alba, el cuarto acusado y propietario de los terrenos donde se encontraron los cuerpos.

Los testimonios de los peritos señalan que para descuartizar el cuerpo de la mujer los asesinos utilizaron un arma blanca con dientes pequeños y afilados que podría ser un cuchillo de cocina o una sierra manual y seccionado con un machete. En el caso del hombre los peritos confirmaron que se podía haber hecho con una sierra y un hacha.

Cuenca junto a Valentín Ion y Constantin Stan, que aseguró que no había participado en la muerte de la pareja, limpiaron y ordenaron la casa para borrar todas las huellas. En su rastreo la Policía utilizó luminol para comprobar si había manchas de sangre. Las trazas se detectaron en las partes inferiores de los muebles de la vivienda que había sido escenario del macabro crimen. A partir de ahí comenzó la investigación que culminó con la exhumación de los cadáveres el 26 de mayo de 2013.