Los sindicatos de prisiones se sienten «ninguneados» por el Ministerio del Interior

«La gente está muy indignada, quemada y se siente ninguneada. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no respeta a sus trabajadores, no los valora». Así lo aseveró a La Razón el coordinador autonómico de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), Fran Mauri.

La semana pasada, la Región de Murcia fue la comunidad que mayor seguimiento de la huelga registró de todo el país, con un cien por cien de asistencia, según los datos de Acaip. «Nos pusieron una oferta encima de la mesa, pero luego nos la quitaron. No estamos siendo tratados como el resto de instituciones estatales».

Entre las principales reivindicaciones del cuerpo penitenciario de funcionarios públicos se encuentra la de una subida salarial acorde al nivel de exigencia laboral, así como la contratación de más personal en ámbitos como el sanitario. «Nos faltan lavanderos o maestros de taller, figuras muy necesarias en el desarrollo de las actividades de los internos».

Tal es así, que según los datos de los que dispone el sindicato, existe un déficit de 3.493 funcionarios. «Si le sumas los fallecimientos, las jubilaciones, y que han tardado hasta cinco años en atender la tasa de reposición, nos encontramos con que somos un cuerpo decadente que trabaja en unas condiciones deplorables».

Foco mediático

Los centros penitenciarios de la Región, además, han estado en el foco mediático en las últimas semanas. Un brote de sarna afectó a 21 internos, y lo único que encontraron fue la pasividad de la Secretaría General. «Nos costó pedir la aplicación del Artículo 21 del Protocolo de Riesgos Laborales, que señalaba el cierre del centro, y fue entonces cuando se tomaron medidas. Se pasaban la responsabilidad entre la Secretaría General y la Consejería de Salud, cuando a ambas instituciones corresponde aplicar medidas para controlar la enfermedad».

También son frecuentes las agresiones de internos a los trabajadores, siendo el pasado lunes el último episodio violento en el que uno de los presos atacó a un médico y a un funcionario de seguridad en Campos del Río.

«En el centro hay 1.100 internos por cada 40 trabajadores, y no todos son de seguridad, sino que hay sanitarios, personal de oficina, o en la sala de consolas. Esto se traduce en dos trabajadores por cada 140 internos, lo que evidencia una clara falta de personal en las prisiones no sólo de Murcia, sino del resto del país».

Finalmente, inquirido sobre si se está preparando alguna oferta de empleo, Mauri aseguró que todavía hay pendiente una convocatoria de 800 plazas, «pero no cubre ni los mínimos. Llevamos más de cinco años sin concurso de traslados, y muchos trabajadores están en las islas sin poder acercarse a casa a ver a sus familiares».