Una lluvia de pétalos acompaña a «La Morenica» en su bajada a Murcia

La emoción, la gratitud y la euforia llenaba la ciudad en uno de los momentos más importantes del año, en el que se oyeron vítores a la patrona y gestos de eterna admiración

La patrona de la ciudad de Murcia, la Virgen de la Fuensanta, conocida como «La Morenica», salió ayer de su Santuario en el monte para bajar hasta la Iglesia del Carmen donde permanecerá hasta su próxima romería en las fiestas de la Semana Santa de Murcia. Así, una lluvia de pétalos y diversas ofrendas florales acompañaron a la virgen en uno de los momentos más esperados del año para todos los murcianos.

Posteriormente, tras llegar al que será su hogar durante las próximas semanas, el obispo de la Diócesis de Cartagena, Monseñor Lorca Planes, y las autoridades políticas como el alcalde de Murcia, José Ballesta, o el presidente de la Región, Fernando López Miras, se acercaron a la imagen de la virgen que recibió vítores de una gran multitud de personas que admiró la figura de su patrona.

La emoción, la gratitud y la euforia se adueñaron de los asistentes en uno de los actos más reconocidos de la ciudad, ante una imagen religiosa a la que se clamó por la salud y el bienestar para el resto del año.

Cubierta en un destacado manto morado, la Virgen fue arropada por centenares de personas que se agolparon durante todo el recorrido desde la carretera de Algezares, pasando por el barrio del Progreso, parando en la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza, cruzando las vías del paso a nivel de Santiago el Mayor y hasta llegar a la iglesia de El Carmen.

¡Agua!

Otra de las peticiones más populares entre los ciudadanos de Murcia es el agua, algo encomendado a la patrona cada año, y que hace de este día uno de los más emotivos del año, sobre todo ante el aumento de las temperaturas y el riesgo de que la sequía aumente en los próximos meses.

Ahora, la patrona será uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad de Murcia, que junto con la Iglesia de El Carmen, servirán de aperitivo antes de verla partir de nuevo en romería durante la Semana Santa.