Enrique Miguel Rodríguez

Depresiones pre-Navidad

La Razón
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Sólo había que leer los artículos de los distintos periódicos del lunes para entender que la depresión de la primera quincena de diciembre está instalada. Pasará como siempre y se asumirá que hay muchas posibilidades de llegar vivos, y con mucha suerte trabajando, al 7 de enero. Una vez conseguido este difícil objetivo, todo será fácil. Ya sólo quedarán 11 meses malos y, de nuevo, buenos tiempos. Instalado en el optimismo más asombroso, debo reconocer que el comienzo de semana no ha sido el mejor. Todo por culpa de ese desaprensivo bufón italiano llamado Berlusconi. Sólo anunciar que vuelve –¿pero es que alguien lo ha llamado?– y todo se ha desplomado. Lo grave del caso es que no sólo afecta a Italia, es que hunde a Europa. La prima, que iba por la senda del bien, otra vez se ha vuelto la de Zumosol y la Bolsa está ya en el metro, de lo que ha bajado. No es de extrañar, si gana las elecciones, que en los nuevos presupuestos habrá que contemplar los gastos en tinte para el pelo y maquillaje del primer ministro. De sobra es sabido que «Il Cavaliere» es muy machote, a veces bordeando el delito. De no ser así se le podría llamar «la maxfactor» porque es de dos manos de pintura. Ya que estamos en el tema, me contaban que se está escribiendo un libro sobre mariquitas con sobrenombres muy conocidos. Bien hecho puede ser un importante testimonio de la vida de determinadas personas que se instalaron en el esperpento para sobrevivir: la Esmeralda, la Soraya, la Butaca, la Voltios, la Petróleo, la Pellizcos, la Tabique, la Tornillo, la Tomate, la Pirañita, la Krakatoa, la Marismeña, la Diamante... y tantas otras que, con ganas o sin ella, alegraban la vida de muchas gentes en pueblos y ciudades andaluzas. Gozaban de cierto respeto y cariño por parte de muchos, también sufrían la crueldad de no pocos. Prácticamente todos hubieran dado media vida por haber sido un solo día se su vida, y sobre un escenario, Juanita Reina o Marifé de Triana. Algunos casi lo consiguen, ya que trabajaron para ellas.