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La devoluciónde los billetes,una «barbaridad»

Empleados reclaman «formación» para realizar estas operaciones

Los empleados de Tussam reconocen la «dificultad técnica» que entraña la devolución de los billetes cuando los autobuses llegan tarde
Los empleados de Tussam reconocen la «dificultad técnica» que entraña la devolución de los billetes cuando los autobuses llegan tardelarazon

La aplicación para móviles de Tussam parece que no está convenciendo a la plantilla, sobre todo la posibilidad de que se devuelva el importe del billete cuando el autobús llegue cinco minutos tarde.

La aplicación para móviles de Tussam parece que no está convenciendo a la plantilla, sobre todo la posibilidad de que se devuelva el importe del billete cuando el autobús llegue cinco minutos tarde. Como se recordará, el pasado 10 de enero el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el delegado de Movilidad, Demetrio Cabello, presentaron un nuevo dispositivo que permitía conocer en tiempo real la ubicación de los autobuses, los tiempos de espera y otras informaciones de servicio relativas al transporte público en móviles de última generación. Igualmente, si el autobús llega cinco minutos tarde respecto al horario fijado en la aplicación, el usuario podrá recibir el importe del billete, siempre que lo justifique en la web de Tussam o en las oficinas de atención al usuario situadas en el Prado de San Sebastián y en la plaza Ponce de León. A juicio del representante de CC OO en la empresa, Miguel Pereira, este extremo es una «barbaridad», puesto que la plantilla «no sabe cómo se controlará la devolución ni los protocolos que debemos realizar», por lo que ha enviado un escrito a la dirección quejándose de la falta de información.

«Pensamos que se iba a abrir un periodo de información, dirigido tanto a los empleados como a los usuarios», asegura Pereira, quien critica que, a pesar de que los conductores no devolverán los importes, «al final todas las reclamaciones recaerán sobre ellos». Pereira duda igualmente de que esta operación se pueda llevar a cabo «cuando hay 300 autobuses dando vueltas diariamente por la ciudad». No obstante, no se podrá reclamar cuando el autobús llegue tarde por un atasco o por la celebración de manifestaciones.

El representante sindical reconoce además la «dificultad técnica» del proceso, por lo que exige la apertura de un «periodo de información» y la puesta en marcha de «cursos de formación» para que los empleados puedan realizar esta tarea. «Deberá activarse un sistema informático que tendrá que estar vinculado al sistema de control, para así verificar los retrasos», subraya.

Con este sistema, el Ayuntamiento pretende que aumente la velocidad comercial de los autobuses, además de la confianza de los ciudadanos en Tussam. En este punto, Pereira reconoce los avances registrados tras la habilitación de los nuevos carriles bus y el «notable» descenso del tráfico por la crisis.