Política

Sevilla

Santa Catalina llega a su «meta largamente soñada»

El arzobispo de Sevilla preside la reapertura del templo mudéjar tras catorce años de cierre e «innumerables dificultades»

El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, consagra el altar de la remozada iglesia de Santa Catalina / Ke-Imagen
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, consagra el altar de la remozada iglesia de Santa Catalina / Ke-Imagenlarazon

Pasaban los alcaldes de Sevilla, incluso los arzobispos, y la iglesia de Santa Catalina permanecía cerrada. Esta joya patrimonial, declarada monumento nacional en 1912 y Bien de Interés Cultural (BIC) en 1985, llegó ayer a su «meta largamente soñada», tal y como señaló el arzobispo hispalense, Juan José Asenjo, que presidió la reapertura del templo mudéjar. Se ponía así fin a 14 años de cierre plagados de «innumerables dificultades», según subrayó Asenjo. Pero ayer era una jornada feliz que no empañó ni la lluvia. Al acto acudieron el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el ex ministro del Interior Juan Ignacio Zoido; el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis –a la sazón hermano de la Exaltación–; el director territorial de Caixabank en Andalucía Occidental, Rafael Herrador; y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, entre otras autoridades. Todos, de alguna u otra forma, han contribuido a la restauración de este templo, y así lo hizo saber Asenjo, que enumeró las cantidades que habían aportado las instituciones en esta compleja rehabilitación.

Ahora Santa Catalina es un templo bien distinto a aquella vieja y sombría iglesia que tuvo que cerrar en 2004, aquejada de goteras y graves problemas estructurales. Se ha habilitado una cripta en el subsuelo que contiene restos arqueológicos de gran valor, que hablan de las culturas que se asentaron en esta zona de la ciudad. La capilla sacramental es una de las representaciones más valiosas del barroco andaluz, profusamente decorada. Las tres hermandades que residen en el templo trasladaron a sus titulares el pasado sábado. La ciudad tiene la oportunidad ahora de redescubrir un templo que «tiene porte casi catedralicio», como aseguró el arzobispo.