Hormigón
“Quien no se suba ya al carro de la construcción industrializada, quedará fuera del mercado en pocos años”
Arquitecto técnico desde 1989, José Manuel Ruiz lleva dedicándose a la construcción de viviendas industrializadas desde 2011. En 2021 fundó La Casa de Hormigón, empresa dedicada a la construcción industrializada en la que ha desarrollado un sistema para construir fachadas de hormigón con exterior de ladrillo visto. Este sistema permite construir edificios de viviendas de varios pisos de altura y reducir el tiempo de edificación en 2/3. Le entrevistamos para averiguar cómo puede contribuir este sistema a reducir la escasez de viviendas en nuestro país.
¿Cómo surgió la idea de La Casa de Hormigón?
En 2021 ya llevaba 10 años aplicando la construcción industrializada a la edificación de viviendas. En ese momento tenía claro que la prioridad no era construir deprisa, sino hacerlo bien para garantizar que los futuros propietarios pudieran disfrutar de un hogar seguro, duradero y confortable. La creación de La Casa de Hormigón obedece a esa necesidad de sentir satisfacción con mi trabajo.
Una casa prefabricada de paneles de hormigón, ¿tiene la misma calidad que una vivienda construida de manera tradicional?
Lo primero es tener claro que aplicar el concepto “prefabricado” a este tipo de viviendas es un error. No son casas construidas deprisa y corriendo para satisfacer una necesidad momentánea. El concepto correcto es “industrializado”. Son casas a las que se aplica un sistema de construcción más que testado en el sector industrial. Al hacerlas con paneles de hormigón, que es un material robusto y resistente, garantizamos un hogar seguro y estable para toda la vida. El hormigón puede soportar grandes impactos y cualquier fenómeno climatológico y, al mismo tiempo, crear un oasis de tranquilidad y comodidad para los habitantes de las viviendas.
¿Qué ventajas presentan las casas industrializadas de hormigón frente a las construidas de manera tradicional?
La primera ventaja es que este sistema, aplicado a viviendas unifamiliares, permite al propietario entrar a vivir en un plazo de tiempo que oscila entre los 5 y los 7 meses, mientras que si construye su casa de manera tradicional va a tardar entre 1 y 2 años en poder disfrutarla. Además, los paneles de hormigón tienen un sistema de aislamiento acústico y térmico que convierte el hogar en un oasis de paz y confort, ya que aíslan del ruido y mantiene una temperatura estable tanto en invierno como en verano, con el consiguiente ahorro energético. Son viviendas con calificación energética A+.
¿Puede este sistema de construcción resolver el problema de la vivienda en España?
El problema de la vivienda en nuestro país es muy complejo y en él hay factores económicos y sociales que no está en nuestras manos resolver. Lo que sí puede hacer la construcción industrializada es ayudar a reducir la escasez de viviendas. Según el banco de España, faltan unas 600.000 viviendas en nuestro país que, con el sistema de construcción tradicional, tardarán años en estar disponibles. Con la construcción industrializada podemos reducir ese tiempo en 2/3, lo que agilizaría mucho el mercado.
Pero ¿se puede construir un edificio de viviendas de 5 plantas con paneles de hormigón?
Sí, se puede. En La Casa de Hormigón hemos desarrollado el sistema el sistema CV+H en colaboración con Termoklinker de Cerámicas La Paloma. Se trata de un sistema revolucionario que permite construir fachadas con paneles de hormigón con exterior de ladrillo visto. Para hacer un edificio de, por ejemplo, 5 plantas sería necesario construir primero una estructura de metal u hormigón y recubrirla posteriormente con paneles de hormigón y exterior de ladrillo. Tan solo hay que hacer los paneles a medida, según el diseño previo del edificio y ensamblarlos unos sobre otros.
¿Cómo encaja este sistema de construcción con el PERTE que ha puesto en marcha el Gobierno para tratar de resolver el problema de la escasez de viviendas?
Encaja a la perfección, yo diría que están hechos uno a la medida del otro. Hay que tener en cuenta que nuestro sistema CV+H con Termoklinker permite fabricar paneles de hormigón con exterior de ladrillo de 24m2. En un solo día ensamblando paneles, podemos dejar listos 180m2 de fachada. ¿Cuántos obreros y cuántos días hacen falta para construir todos esos metros de fachada a base de poner ladrillo sobre ladrillo? Demasiados. Nuestro sistema reduce el tiempo de construcción en 2/3. Además, no necesita andamios y al tratarse de construcción en seco, se reduce el consumo de agua, por lo que es mucho más sostenible.
Una vez terminada la fachada, ¿cómo se construye el interior?
El resto del proceso es exactamente igual al de la construcción tradicional, con la salvedad de que una vez que tienes los paneles de las plantas más bajas instalados, se puede ir trabajando en las instalaciones de cada una de las viviendas, electricidad, fontanería, calefacción, suelos, paredes… mientras se siguen ensamblando paneles en altura. De este modo, aceleramos aún más el proceso y permitimos que los futuros propietarios accedan a su vivienda mucho antes de lo previsto.
Entonces, los propietarios van a tener casas normales, ¿no? No van a notar la diferencia con respecto a casas de construcción tradicional.
En realidad, sí lo van a notar. Van a tener un hogar mucho más silencioso y confortable porque los paneles CV+H con Termoklinker tienen doble aislamiento acústico y térmico, así que estarán blindados contra los ruidos del exterior y sus casas tendrán una temperatura estable tanto en invierno como en verano, algo que verán reflejado en la factura de la luz y del gas.
¿Diría usted que el futuro de la construcción es industrializado?
Indudablemente. Es más, diría que quien no se suba ya al carro de la construcción industrializada, quedará fuera del mercado en pocos años. Nuestra profesión evoluciona hacia sistemas más eficientes, existe una demanda clara de viviendas sostenibles y no cabe duda de que iniciativas como el PERTE de la vivienda promovido por el Gobierno suponen una clara intención de promover la innovación y el desarrollo del sector, a la vez que se incrementa la oferta de viviendas disponibles. El horizonte de la construcción es, sin duda alguna, la industrialización.