Leganés

La Policía Municipal de Leganés se queda desarmada

Noches con dos patrullas, casi 50 agentes menos de los que corresponden, servicios sin cobrar desde abril de 2018, 11 años sin nuevos agentes... El Cuerpo policial dice basta ante la actitud del Ayuntamiento

Las grietas inclinadas pueden indicar que existe un problema estructural de la cimentación de un edificio | Fuente: UPM Leganés
Las grietas inclinadas pueden indicar que existe un problema estructural de la cimentación de un edificio | Fuente: UPM LeganésUPM LeganésLa Razón

La Policía Municipal de Leganés se encuentra desarmada. En más de un sentido. Una plantilla con 49 agentes menos de los que dictan los acuerdos. Noches con uno o dos coches patrulla para toda una ciudad de 200.000 personas y 75 km2. Avisos de los vecinos que, muy a pesar de los agentes, quedan en cola, aunque se acaban cubriendo.

Alrededor de 18 meses sin cobrar los servicios extraordinarios. Una comisaría que se puede describir solo con sus grietas. Ordenadores que tardan 25 minutos en arrancar. Sillas en las que resulta cada vez más difícil sentarse. Goteras en las escaleras desde hace 10 años. Cortes de electricidad cada vez que la lluvia arrecia. Una única sala tanto para los que vienen a realizar un simple trámite, como para los que han sido cazados conduciendo bajo los efectos del alcohol... Y así, la lista continúa. «Queremos trabajar, pero no podemos hacer nuestro trabajo», afirman a LA RAZÓN desde la Unión de Policía Municipal (UPM) de Leganés, que junto a CPPM son el sindicato que cuenta con mayor representación en el Cuerpo.

Este sindicato policial se ha reunido periódicamente con el Ayuntamiento, regido por el socialista Santiago Llorente, desde el año 2015. Sin embargo, el Consistorio «nos oye, pero no nos escucha». Ni a ellos, ni a muchos ciudadanos. Cerca de 30 entidades se manifestaron el pasado domingo en el centro de la ciudad en defensa de los servicios públicos, contra las privatizaciones, en favor de la escuela pública, por el derecho a la vivienda y contra la gestión del gobierno local, compuesto por PSOE y Leganemos-Más Madrid. La Policía Municipal también acudió para explicar la difícil situación por la que pasan desde hace años.

«Ellos son 30 entidades y nosotros tuvimos 30.000 votos las pasadas elecciones», afirmó en una entrevista a LGN Radio el concejal de Seguridad, Óscar Oliveira. Las negociaciones con los sindicatos, según la UPM de Leganés, «están rotas» a día de hoy. Y lo que es aún peor: tienen la percepción de que, desde el Gobierno municipal, se quiere poner «a la ciudadanía en nuestra contra» al querer reducirlo todo a un problema de dinero.

A las deficiencias de los medios materiales hay que sumar, directamente, la ausencia de los mismos. La UPM señala que solo cuentan con un equipo de radar, cedido por la Dirección General de Tráfico (DGT), y un etilómetro prestado, cuya verificación caducó el pasado 28 de noviembre. Cuentan asimismo con dos etilómetros en desuso por falta de ser verificados por Metrología; un vehículo radar camuflado sin uso desde hace dos años por los mismos motivos; la ausencia de una grúa municipal, bien por avería, bien porque no hay un operario disponible; y la falta de equipos de transmisiones, como walkies y PTT. En cuanto al mobiliario –sillas, mesas, etc– de la comisaría, los agentes sienten «vergüenza» de la comisaría situada en el número 1 de la calle Chile cada vez que reciben a los ciudadanos que vienen a realizar un atestado. No hay mueble o ventana que se salve de la situación precaria en la que se encuentra el inmueble.

Estado del cuarto de baño masculino que se encuentra en un estado lamentable
Estado del cuarto de baño masculino que se encuentra en un estado lamentableUPM LeganésLa Razón

Navidades conflictivas

Lo peor es que las Navidades ya han caído encima y los servicios especiales se multiplican. Tienen previstas hasta tres cabalgatas de Reyes, que se celebrarán estos días en la ciudad, así como otros eventos como carreras populares o partidos de fútbol de primera división, con el equipo local como protagonista. Este tipo de servicios no han sido cobrados por los agentes desde abril de 2018. Así, con los meses, la deuda no ha dejado de incrementarse. De media, se les debe a cada uno entre 6.000 y 8.000 euros, aunque hay casos concretos en los que la deuda asciende a los 10.000 euros, aseguran desde UPM.

Leganés es una ciudad que necesita a su Policía. Zonas como los alrededores de La Cubierta o la media docena de polígonos industriales que hay en la ciudad precisan de agentes, sobre todo los fines de semana. Áreas como el Parque de los Frailes se quedan sin vigilancia porque no hay gente. Es más, se dan noches en las que reciben hasta 25 llamadas y no pueden atender todas por la escasez de personal. Se están encontrando muchas noches con dos patrullas para toda la ciudad. «Si se produce un detenido, eso provoca que durante cuatro horas no haya patrullas en todo Leganés», describen. Es decir, se dan varios momentos al día en los que los vecinos de Leganés no pueden contar con las fuerzas de seguridad. Los robos con fuerza en bares y establecimientos han aumentado durante los últimos años, añaden los agentes.

El problema en Leganés es crónico. UPM denuncia que llevan más de 11 años sin incorporarse policías de nuevo ingreso. «La única propuesta en firme que hay sobre la mesa son 16 plazas para 2020, aprobadas en el Pleno para oferta de empleo público», confirman. Sin embargo, tras efectuar todos los trámites, esos nuevos agentes «no se incorporarían hasta 2021».

Este percance ha provocado, por otro lado, una plantilla policial «envejecida», afirma el sindicato. Estiman que la media de edad está en los 45 años. «Nos hemos quedado sin savia nueva. Los jóvenes hoy son gente de 40 años que llevan más de 15 trabajando. Los veteranos y los jóvenes se complementan entre sí. Uno tira del otro. Lo ideal es esa mezcla en el Cuerpo policial. El ardor guerrero de uno y la experiencia del otro», explican.

63 agentes jubilados en 11 años

Una de las críticas de UPM Leganés está en que el Consistorio no ha abierto la mesa de negociación para la aplicación de Ley de Coordinación de Policías Locales de la Comunidad de Madrid, lo que repercute en la falta de efectivos.