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El último cine del barrio de Salamanca, en la cuerda floja

Un informe de urbanismo desestima las alegaciones contra el Plan de Carmena para cambiar el uso de los Conde Duque Goya. Fuentes municipales afirman que no tiene marcha atrás. El Pleno del distrito votará para buscar una solución

Los cines, con tres salas y aforo para más de 900 personas, suelen tener una tasa de ocupación del 85%, al ser los únicos que quedan en pie en el barrio
Los cines, con tres salas y aforo para más de 900 personas, suelen tener una tasa de ocupación del 85%, al ser los únicos que quedan en pie en el barrioCipriano Pastrano

El futuro de los Conde Duque Goya, nacidos en 1946 con el nombre de Cine Vergara, y que a día de hoy constituyen la única sala que queda en pie en el barrio de Salamanca, quedará finalmente a merced de lo que deseen los dueños del inmueble. Así lo indica el informe técnico elaborado por la Dirección General de Planeamiento, perteneciente al Área de Desarrollo Urbano, que señala que el Plan Especial aprobado por Manuela Carmena en septiembre de 2018 para cambiar el uso del edificio parece dejarlo sentenciado. «Se estima que la propuesta contenida en el Plan Especial se ajusta a las determinaciones del Plan General y a la legislación urbanística vigente, razón por la cual (...) no existe inconveniente desde el punto de vista técnico en continuar con la tramitación del presente expediente», sentencia el documento, al que ha tenido acceso LA RAZÓN. Así, desde el plano urbanístico, fuentes municipiales señalan que no se puede dar marcha atrás. En el próximo Pleno municipal, se deberá ratificar el Plan de la ex alcaldesa.

En todo caso, antes, el 26 de enero, en el Pleno de distrito de Salamanca, se votará una proposición para instar al Ayuntamiento a buscar una solución para intentar evitar el cierre del cine. De salir el «sí», algo que es muy probable, podría ser la última oportunidad para hallar una alternativa a lo expuesto por Urbanismo.

Cuando llegó el nuevo equipo de Gobierno liderado por PP y Cs, Cs el Ayuntamiento se interesó por la situación de este expediente y por las posibles vías que se podían explorar con vistas a conservar los Conde Duque Goya. En septiembre de 2018, Manuela Carmena firmó una aprobación inicial a la petición realizada por el propietario del edificio, Locales Ema S. L., que solicitaba un cambio de uso del inmueble. Dicha empresa tiene como inquilino, en régimen de alquiler, a Vips, que a su vez subarrienda parte del local a RKU Visión, que es la sociedad que explota los cines de la calle Goya 67. Con este cambio, el edificio pasó a tener un uso terciario comercial, en su categoría de mediano comercio, y dejaba de tener el estatus de Actividad Cultural Precedente, como establecía el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997 y según señalaban las alegaciones presentadas contra el Plan Especial en los últimos meses. Esto, en esencia, significa que la parcela no tiene por qué estar destinada a un uso relacionado exclusivamente con la cultura, por lo que podría ser explotada para poner en su lugar un centro comercial, como se ha rumoreado. De hecho, de acuerdo a esas alegaciones, el edificio podría alcanzar un valor cinco veces mayor del que tiene actualmente con el cambio de uso. Carmena lo aprobó en Junta de Gobierno el 27 de septiembre de 2018, se sometió a información pública, se solicitó la emisión del informe ambiental de la Comunidad de Madrid y, desde julio, se presentaron alegaciones.

Gran parte de los espectadores que acuden a los Conde Duque Goya es un pública mayor, que encuentra en el cine su principal entretenimiento
Gran parte de los espectadores que acuden a los Conde Duque Goya es un pública mayor, que encuentra en el cine su principal entretenimientoCipriano PastranoLa Razón

Un «derecho»

En el dictamen al que ha tenido acceso este diario, Planeamiento señala que ese suelo está implantado «no como uso cultural, sino como uso terciario recreativo». Así, la modificación del Plan General de 2004 establece «medidas de fomento y estímulo para el mantenimiento del uso del cine, pero no protege esta actividad ni obliga al propietario a mantener este uso si no lo desea». Por ello, el cambio solicitado por los propietarios está reconocido en el PGOU como «un derecho», solo limitado por las normas urbanísticas. Y, consecuentemente, las razones presentadas por los alegantes «exceden los aspectos urbanísticos reglados».

Es cierto que el edificio está incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos, con un nivel 3. Sin embargo, que el inmueble cuente con protección parcial no significa que su uso también lo tenga, señala el informe.

También se desestima que el cambio de uso esté condicionado por la «inviabilidad económica del cine». Es decir, el hecho de que los cines Conde Duque Goya gocen de una salud excelente –según responsables de la sala el 85% del aforo está siempre ocupado– no impone su continuidad.

De esta forma, el informe desestima una por una las alegaciones presentadas. Entre ellas, las del Grupo Municipal Socialista. En su escrito, alegaban que la zona, en plena calle Goya, entre Velázquez y Príncipe de Vergara, cuenta ya con una «dotación de actividades comerciales muy significativa. Sin embargo, es mucho más escasa la oferta de actividades culturales y de ocio, que se verían reducidas» con «el consiguiente perjuicio para los vecinos del barrio».

Los socialistas también afirmaban que «el establecimiento es un cinematógrafo y así parece haber existido siempre. El recinto ocupa la planta baja de un edificio eminentemente residencial del año 1920». Por lo tanto, estaría «amparado» en la Ley de Patrimonio Histórico. Como respuesta, Urbanismo señala que, si bien el edificio «residencial» es de los años 20, «la construcción del cinematógrafo data de los años comprendidos entre 1942 y 1946», por lo que no estaría incluido entre los bienes inmuebles sujetos al régimen de protección previsto para los Bienes de Interés Patrimonial según la ley.

Locales en vías de extinción
Cid Campeador, Carlos III, Padilla, Colón... nombres de gran resonancia histórica sirvieron para bautizar a muchos de los cines del barrio de Salamanca. Sin embargo, todos ellos han acabado hincando la rodilla. Se estima que, en pocas décadas, alrededor de treinta cines han desaparecido del barrio en muy pocas décadas. Los Conde Duque Goya se han quedado como el último y único reducto para los vecinos del distrito.