Las que podrían ser las últimas horas del edificio de la plaza de Ópera que durante casi 100 años albergó la sala de cine Real Cinema, antes de convertirse en un hotel de lujo de cinco estrellas, no van a ser tranquilas, al menos judicialmente.

Así se lo advirtió Madrid Ciudadanía y Patrimonio (MCyP) a la Comunidad de Madrid durante una concentración ante el edificio, en el que ya han comenzado las obras, a la que acudieron medio centenar de personas convocadas por la asociación.

El vicepresidente de MCyP, Álvaro Bonet, dijo durante el acto de protesta que el pasado lunes 3 de febrero enviaron al Gobierno regional un escrito en el que exigían la paralización del derribo.

Para justificar tal demanda la asociación afirma que el edificio debe ser considerado Bien de Interés Patrimonial (BIP) por ser anterior a 1936, por lo que estaría amparado por la Ley de Patrimonio de la Comunidad.

A este respecto, Bonet añadió que aunque el actual edificio «dista mucho» del original, MCyP ha «constatado que se conserva la estructura primitiva en un gran porcentaje», a la vez que hizo una comparación con el Teatro Real, situado al otro lado de la plaza de Isabel II, alegando que «no se parece al inicial pero, sin embargo, «sigue siendo el Teatro Real».

A esta concentración se sumó el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de la capital, Pepu Hernández, quien calificó el derribo del antiguo cine como «una agresión al patrimonio, a la cultura, a la memoria y a la riqueza cultural de Madrid».

El proyecto, como informó LA RAZÓN, comenzó a tramitarse durante la pasada legislatura bajo mandato de Manuela Carmena, quien llegó a la alcaldía con el apoyo del PSOE. En 2018, según las actas de la Comisión Local de Patrimonio Histórico municipal, se dio el visto bueno a este proyecto.