Coronavirus

Mezquinos oportunistas

Hospital de campaña de Ifema cierra sus puertas
Personal sanitario durante el acto de cierre del hospital de campaña del recinto ferial de Ifema ayerEmilio NaranjoAgencia EFE

Hay que ver lo mal que les ha sentado a algunos el servicio prestado por el improvisado hospital del Ifema, gracias al cual se han salvado tantas vidas y cuya eficacia ha sido reconocida y valorada fuera de España. Durante los días en los que este recinto fue frente de batalla contra la pandemia, escenario de jornadas agotadoras de los profesionales de la bata blanca para defender vidas en tiempos del despiadado y traicionero ataque de un virus bien armado y con instintos destructivos, ninguno de los políticos de salón, de los calienta escaños, se pasaron por allí para ver si podían echar una mano. Desde el burladero, a veces, simplemente desde el silencio, han tratado de restarle importancia a la idea puesta en marcha por el gobierno regional, llevándolo al extremo mezquino de hacerlo pasar por una ocurrencia de Díaz Ayuso para ponerse medallas al mérito político.

El hospital instalado en recintos feriales, afortunadamente, ha cerrado sus puertas, y lo ha hecho con un acto emotivo entre todos los que han trabajado en este proyecto salvavidas. No han podido controlar sus emociones, han estado cerca los unos de otros, incluso, parece, que algunos se llegaron a abrazar y dar la mano. Y por esto, la Delegación del Gobierno, ha estado presta para abrir una investigación, ante la posible vulneración del decreto sobre el estado de alarma, en cuanto a incumplimiento de las normas de distanciamiento social en este acto de clausura. El delegado del Gobierno, José Manuel Franco, no estaba allí, pero se lo han contado; la presidenta regional, Díaz Ayuso, sí estaba, como lo ha estado desde el principio, y es probable que eso haya sido lo que más ha molestado a algunos. Franco no estaba en la clausura del hospital de Ifema, pero sí estaba cuando autorizó la manifestación del 8 de marzo, cuando el coronavirus ya andaba merodeando y debería haberse evitado esta concentración multitudinaria con el fin de prevenir.

La clausura del hospital de Ifema ha servido para que algunos aprovecharan el momento para arrojar bilis y restarle importancia a la ocurrencia del gobierno regional. Jacinto Morano, de Unidas Podemos, ha dicho, que a él le ha dado “vergüenza” el acto, que ha sido “un acto masivo de campaña del Partido Popular”. Pablo Perpinyá, de Más Madrid, lo ha calificado como “un “espectáculo bochornoso y una falta de respeto a todos los madrileños”. Otros políticos de la oposición se han expresado en términos parecidos, o quizá más duros. Hemos asistido el reestreno de Los Miserables, en el teatro de la Cicatería.