Toni Cantó tenía muchas ganas de ayudar al proyecto que lidera Isabel Díaz Ayuso para Madrid y ahora, tras la decisión de un juzgado de apartarle de la papeleta electoral del PP para el próximo 4 de mayo, reconoce que tiene aún más: «Hasta el último aliento. Más que nunca. Voy a darlo todo», reconoce a LA RAZÓN en la primera entrevista que concede tras publicarse el fallo judicial. Mientras en pleno domingo en la sede popular de la calle Génova daban los últimos retoques al recurso que presentarán en las próximas horas ante el Tribunal Constitucional para tratar de que Cantó se mantenga como número cinco en la lista, el actor lamenta que el PSOE haya optado por toda clase de «artimañas» para vetar su presencia en esta cita electoral histórica. Sea cual sea la decisión final de la Justicia, promete entregarse para empujar al equipo capitaneado por Díaz Ayuso. Lo hará, aclara, por su compromiso con Madrid y con la libertad. Dos razones que su trayectoria vital le ha demostrado que son, en realidad, una sola. Lo vivió en sus carnes hace casi cuatro décadas: «A mí nadie me puso una barrera para trabajar en Madrid. Me vine con 18 años y nadie me preguntó qué idioma hablaba ni de dónde venía ni nada. El segundo día ya era de Madrid y ésa es la sociedad en la que creo, una sociedad liberal».
–¿Cómo valora que la Justicia haya decidido apartarle de las elecciones del 4 de mayo?
–Desde el principio estaba muy claro que el que no quiere que se expresen libremente los madrileños es el PSOE, que quería arreglar las cosas en los despachos, en lugar de darle la voz a los madrileños. Ya intentó que no votaran este 4 de mayo. Ahora trata de excluirme de la lista de Isabel Díaz Ayuso. Se nota el miedo. El PSOE se da cuenta de que se le está empezando a complicar la situación y, por eso, vemos a Sánchez haciendo oposición a Ayuso desde Senegal y darle lecciones él, precisamente el responsable del peor gobierno del mundo sobre la pandemia. Yo reafirmo que mi compromiso es por la libertad. Esté en la lista o no, me dejaré hasta el último aliento. Ahora más que nunca.
–¿Confía en que el Tribunal Constitucional les dé la razón y pueda presentarse?
–Desde el PP se ha anunciado un recurso porque entendemos que la candidatura cumple con todos los requisitos, como dijimos desde el primer momento, y yo agradezco su confianza.
–¿Qué teme el PSOE y la izquierda con su participación en las elecciones?
–El PSOE está comprobando cómo electoralmente no funciona ninguna de sus artimañas contra Ayuso y el PP, y empieza a mostrarse desesperado. Por mucho que no les guste, voy a seguir defendiendo la reunificación del centroderecha en torno a Ayuso y Casado.
–¿Qué papel jugará en la campaña en el caso de que la Justicia determine finalmente que no puede ir en la lista electoral de los populares?
–Mi implicación será total, como dije desde el primer momento. Estoy a disposición de Ayuso y muy agradecido por abrirme las puertas.
–¿Cómo cree que perciben los ciudadanos que a una persona como usted se le trate de impedir que concurra a unas elecciones?
–Sinceramente, creo que quedan retratados en su desesperación.
–Episodios como éste, ¿le reafirman en su convicción de que está en el lugar correcto o le hacen desencantarse de la política?
–Más que nunca me reafirman. El 4-M nos jugamos mucho. Esto va de libertad. Y voy a darlo todo para que Ayuso sea presidenta.
–¿Le gustaría ser consejero de un futuro Gobierno de Ayuso si el PP gana el 4-M?
– Créame que no tengo pensado nada de eso. Espero ser útil para lo que creo que es fundamental para los madrileños y el resto de España. Por dos razones: mis hijos viven aquí y yo vengo de una tierra que está siendo empobrecida y enfrentada por el socialismo y el nacionalismo. No quiero eso para Madrid, no es solo porque es la comunidad donde yo he vivido la mayor parte de mi vida, sino porque mis hijos viven aquí. El paro juvenil en Madrid es bastante más bajo que en el resto de España, igual que el paro femenino o en general. Lo que quiero es lo mejor para mis hijos y el resto de los madrileños. Lo que haré es aquello que se me pida para ser útil. Todo lo que pueda hacer para que, en primer lugar, ganemos esas elecciones y Díaz Ayuso pueda seguir siendo la presidenta de la Comunidad, en eso estaré. Luego ya se me dirá de qué forma puedo seguir siendo útil o no. Mi primer compromiso es ayudar a ganar estas elecciones y en eso voy a poner todas mis fuerzas y mis ganas.
–¿Se ha dado de baja en Cs? ¿Piensa afiliarse al PP?
–He recibido una invitación a sumarme como independiente. Me parece una muestra de generosidad y de lo que yo espero de un líder. Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso están haciendo algo que yo hubiera querido que hiciera mi antiguo partido. El centroderecha, si quiere ganar, tiene que plantar cara al «sanchismo». Hay que intentar mantener el Gobierno de Madrid y luego hay que ir a intentar ganarle al «sanchismo» en Moncloa. Es una batalla que hay que dar porque nos va el futuro.
–¿Cree que el gobierno valenciano es el espejo de lo que sucedería en Madrid con una mayoría de izquierdas?
–Absolutamente. Gabilondo miente. Dice que no quiere gobernar con Podemos y es mentira. Sánchez nos ha mentido por activa y por pasiva. Dijo que no dormiría tranquilo con Iglesias como vicepresidente y nos lo hemos tenido que comer como vicepresidente y todas sus torpezas y animaladas. Dijo por activa y por pasiva que nunca firmaría nada con Bildu y nos hemos comido unos presupuestos apoyados por Bildu. Esto hay que repetirlo mucho: es Bildu, cuyo jefe es un terrorista.
–¿No cree a Gabilondo?
–Si Gabilondo armara una alternativa, con Podemos y Más Madrid e incluso si pudiera contar con Bildu, que por fortuna no puede, gobernaría Madrid. Lo fundamental es hacer un llamamiento a toda la sociedad madrileña para que mantengamos entre todos esta comunidad libre y apelo especialmente al apoyo de un centroizquierda que se está tirando de los pelos viendo lo que es el «sanchismo». Hay que apelar a ellos y decirles: oye el 4 de mayo nos jugamos mucho. Alejémonos del «sanchismo», vayamos a una alternativa moderada y construyamos una sociedad libre y próspera.
–¿Cómo valora la irrupción de Iglesias en estos comicios?
–Como la evidencia de que es una persona a la que no le gusta trabajar y solo le gusta agitar. Él mismo decía que a quien le guste trabajar tanto es un cretino. Este país necesita trabajadores. Asumió la competencia de las residencias de ancianos, entre otras cosas, y dedicó más tiempo a ver series de televisión que a otra cosa. No visitó ni una residencia de ancianos. Me avergüenzo de ese tipo de políticos.
–Llegado el caso de que fuera necesario pactar, ¿se sentiría cómodo haciéndolo con un partido como Vox?
–Lo que me parece que es una anomalía democrática en este país y el único partido que merece un cordón sanitario total del resto de los partidos es Bildu. El problema en nuestro país no es gobernar apoyado desde fuera por Vox. A mí me preocupa más tener un vicepresidente del Gobierno comunista. No hay comparativa posible.
–Si la izquierda no suma la mayoría absoluta y el PP y Vox tampoco y todo depende de Cs, ¿quién será el próximo presidente o presidenta?
–Si depende de Ciudadanos, es muy probable que sea Gabilondo. Pero no lo digo yo, lo dice Ciudadanos. A mí eso me aterra. Apelo también al votante de Cs y me consta que muchos de los afiliados y votantes están muy desencantados por la deriva del partido. Apelo al voto útil porque ese dos o tres por ciento de votos que pueda obtener Cs para finalmente no entrar pueden ser muy necesarios para construir una alternativa libre y próspera en Madrid.
–¿Qué opinión le merece Edmundo Bal?
–La misma que me produce toda una dirección que está llevando el partido al desastre y que no dimiten ni asumen responsabilidad alguna.
–No se puede decir que Bal, en su momento, no se enfrentara al «sanchismo»...
–Sí, pero está en una dirección de un partido que acaba de pactar con el PSOE y Podemos. De lo que me fío es como en el teatro: de la última función. Mi carrera depende de qué tal me fue el último estreno. El último estreno de Edmundo Bal es firmar con el PSOE y Podemos y eso es lo que va a hacer aquí en Madrid.
–¿Qué le diría a un votante que esté dudando entre apoyar a Ciudadanos o al PP?
–Si quiere que el centroderecha siga gobernando en Madrid, no tiene que dudarlo, la papeleta que tiene que introducir en la urna es la de Ayuso. Si se la da a Cs, gobernará el PSOE.
–¿Cree que Cs está condenado a la desaparición?
–No sé lo que va a pasar. Lo que sí sé, y he sido testigo, es que hay una dirección que está destrozando el proyecto que a mí me ilusionó de la mano de Albert Rivera. Hay una dirección que se ha bunkerizado y que no asume las derrotas y sigue atornillada a su puesto y no dimite. Ese no tiene que ver con el partido que yo conocía.
–Para acabar. Se le ha criticado mucho su paso por distintos partidos en pocos años. ¿Cómo le explicaría a un madrileño esa trayectoria y qué hilo conductor tiene Toni Cantó para haber pasado por todas estas formaciones?
–El orgullo de poder decir lo mismo que hace años. Ahora podría ponerle una de mis intervenciones en el Congreso de hace años y sigo defendiendo exactamente lo mismo. Tengo la percepción de que quienes han cambiado son otros.