Sucesos
Cinco claves para explicar el caso del “Rey del Cachopo”
La Audiencia de Madrid confirma la sentencia de 15 años para César Román Viruete
Supuesto empresario de éxito, ex novio celoso, asesino frío y metódico... La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 15 años de cárcel a César Román Viruete, el ‘Rey del Cachopo’, por un delito de homicidio cometido en agosto de 2018 sobre su pareja, Heidi Paz. Un crimen de una naturaleza inhumana que conmocionó al país.
¿Quién?
Cesar Román Viruete (Madrid, 1973), en apariencia un empresario de éxito, abrió en 2016 el restaurante A Cañada Delic Experience, especializado en comida del norte del país, entre ellos su plato estrella, el “cachopo”, lo que valió el apodo con el que sería conocido desde entonces. En poco más de un año abrió cinco locales más. Con todo, gran parte de su fama se debió a premios y distinciones que él mismo se encargó de impulsar.
¿Cuándo?
El 13 de agosto de 2018 fue hallado, en una nave de Usera, parte del cuerpo de Heidi Paz Bulmes, una mujer hondureña de 25 años, madre de dos hijos, antigua trabajadora de Viruete y ex pareja del asesino, con el que convivió durante un tiempo. Viruete fue el primer sospechoso en la lista de la Policía: el local donde se encontró el cadáver estaba a su nombre.
¿Cómo?
La sentencia que ahora le condena a 15 años considera probado que la joven acudió a casa de Viruete la madrugada del 5 de agosto de 2018, tras celebrar un cumpleaños con unos amigos. Allí asesinó a Heidi y la descuartizó. La cabeza, los brazos y las piernas nunca fueron encontrados. Solo el torso. De hecho, Viruete lo guardó en una maleta, pidió un taxi y lo trasladó a la nave de Usera, donde fue encontrado por los agentes. Si el cuerpo pudo ser hallado, se debió al fuego que inició el propio Viruete para deshacerse de los implantes mamarios de la víctima, ya que eso podía servir para identificarla.
¿Dónde?
Tres meses después, y ya en busca y captura, la Policía dio con Viruete, que se encontraba trabajando como camarero en un bar de Zaragoza, con identidad falsa, barba y más delgado. Su detención se produjo gracias a su jefa, que reconoció su rostro tras verlo en televisión.
¿Por qué?
La Fiscalía, en su escrito, considera que Viruete jamás aceptó que Heidi le dejara. Movido por un sentimiento de pertenencia, decidió matarla. El acusado y su defensa no solo negaban los hechos, sino que consideraban que Heidi no había muerto, puesto que no había indicios suficientes para considerar que los restos encontrados pertenecían a la fallecida
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