Sucesos
¿Ha influido Filomena en el incendio del pantano de San Juan?
El municipio de San Martín de Valdeiglesias, donde se produjo el fuego, es una de las localidades con alto riesgo por fuego. Uno de los motivos está en los árboles y ramas caídos durante la histórica borrasca de enero
El mapa de riesgo de incendios en la Comunidad de Madrid llegaba este verano con una zona marcada en rojo: el suroeste de la región. Al menos una veintena de municipios se encontraba en peligro. La mayoría de ellos cuentan con planes de actuación municipal en caso de que se produzca un fuego. Sin embargo, durante estos días, sus zonas permanecen con un riesgo alto de incendio. Entre esas localidades se encuentra San Martín de Valdeiglesias, municipio que acoge el pantano de San Juan.
Al cierre de esta edición, los cerca de 200 efectivos de la Comunidad de Madrid y de la Guardia Civil lograron controlar el incendio, registrado a las 18:00 horas del pasado sábado en la conocida como Cala Nudista del pantano. Según informaron desde el 112, «las previsiones meteorológicas favorables y el trabajo intenso de las dotaciones» posibilitaron su control. Durante la noche, estaba previsto que se quedaran en la zona 14 dotaciones de Bomberos y de Brigadas Forestales. A lo largo del día de hoy, el mando operativo decidirá si se retiran la mayoría de las dotaciones.
Los efectivos estaban pendientes ayer del viento, que provocó que el fuego se propagara rápidamente. Dos pequeñas urbanizaciones de Navas del Rey tuvieron que ser desalojadas debido a la proximidad de las llamas, si bien muchos de los vecinos contaban con primera residencia en Madrid. Además, la situación obligó a cerrar el carril de entrada de la M-501 entre los kilómetros 45 y 50, aunque pudo ser reabierto en la mañana de ayer. Con todo, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, pidió a los madrileños a través de redes sociales que se abstengan de desplazarse a la zona.
Finalmente, el balance es de 50 hectáreas quemadas. Según Emergencias 112, al tratarse de un incendio muy rápido y dominado por el fuerte viento, ha corrido por superficie y, por tanto, es posible que «no haya dañado en exceso al arbolado». En ese sentido, los agentes forestales de la Comunidad de Madrid afirmaron que la vegetación afectada «es matorral, monte bajo y algún pino piñonero».
En todo caso, los agentes comenzaron ayer una primera inspección ocular para investigar las posibles causas. Desde el 112, aseguraban a este diario que aún era muy pronto para desarrollar hipótesis, ya que la toma de muestras se hará cuando se produzca la extinción definitiva.
Lo que sí es cierto es que San Martín de Valdeiglesias, al igual que otros 58 municipios de la región, cuenta con un factor que les hace especialmente propensos este verano al fuego. Y ese no es otro que Filomena. La histórica borrasca que congeló Madrid a principios de año sigue dejando secuelas. En este caso, el combustible vegetal que dejó a su paso: ramas caídas, escombros, podas... En resumen, elementos que, debido al calor y al viento racheado, pueden constituir un combustible perfecto.
No en vano, el pasado marzo, el profesor de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y decano del Colegio de Ingenieros de Montes (COIM), Eduardo Rojas Briales, afirmó que la biomasa resultante de la caída de ramas y de árboles enteros en el interior de los bosques «es preocupante». De acuerdo con los datos del COIM, las zonas de mayor incidencia se situaron «entre Madrid y Albacete», lo que las situaba también entre las áreas con más riesgo de incendio. Por otro lado, hay que apuntar que en algunas zonas se cayeron un cuarto o hasta un tercio de los árboles, lo que ha terminado por acumular un ingente volumen de madera no controlada.
Debido a esta circunstancia excepcional, el Gobierno regional aumentó la dotación del Plan Infoma, a través del cual la administración se enfrenta a la amenaza del fuego cada verano. Activo hasta el 30 de septiembre, su presupuesto asciende a 41,3 millones de euros: 38,4 millones corresponden al propio Plan, mientras que los 2,9 millones restantes están destinados a trabajos extraordinarios de recogida de arbolado y ramaje generados por Filomena.
De hecho, el pasado enero, tras la borrasca, los Bomberos de la Comunidad llevaron a cabo más de 300 actuaciones en 90 municipios vinculadas con la inspección de montes y árboles singulares. Ahora, con esos casi tres millones de presupuesto, la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, responsable de aplicar el Plan, se encuentra inmersa en la retirada de material combustible, dentro un área total que afecta a 1.400 hectáreas.
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