Niño Jesús
Madrid: Qué tienen en común la duquesa de Santoña, el Sorteo del Niño y el primer hospital infantil de España
Una carambola de solidaridad y altruismo facilitó la asistencia a los niños enfermos en la capital
Hoy en día, en estos tiempos de pandemia, cuando las cifras de los fallecidos golpean a España y a todo el mundo, algunos parecen olvidar que los índices de mortalidad infantil no siempre fueron tan bajos como los que hoy tenemos. Más allá de situaciones de guerra, en España, pasada la mitad del siglo XIX, el 25% de los nacidos no superaban el año de vida, y más del 40% de los niños no superaban los cinco. Una acumulación de muertes que en Madrid, por la epidemia del cólera en 1865, se agravó de manera relevante.
La figura central de esta batalla contra la enfermedad es la duquesa de Santoña. Tras un primer intento de dar asistencia a los niños, con la inauguración en Madrid, en el número 23 de la calle Laurel, de una pequeña clínica, bautizada ya como Hospital del Niño Jesús, la cosa fue tomando forma hasta crearse el primer centro pediátrico que se fundó en España. Un espacio que estuvo a cargo de las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl.
Y como el buen samaritano no sería recordado solo por su bondad, si ésta no estuviera acompañada de fondos con lo que pagar esa preocupación por los demás, la duquesa de Santoña se las vio y se las deseó para llevar a cabo su proyecto. Como los gastos crecían y crecían, se creó una fórmula más para recabar fondos. La duquesa pensó en una «Rifa del Niño» que, según apuntan muchos, fue el origen de la hoy tan famosa «Lotería del Niño», aunque lógicamente en un formato diferente al actual. Otras vías de financiación eran los donativos particulares y una suscripción mensual que los benefactores, entre ellos el propio Duque de Santoña, se encargaban de hacer llegar al Patronato de la Asociación.
Entre los años 1879 y 1885, bajo la dirección de Francisco Jareño y Alarcón, se edificó este Hospital por la iniciativa de la granadina doña María Hernández, duquesa de Santoña y marquesa de Manzanedo que estaba al frente de la Asociación para el cuidado de los Niños en España.
Este grabado se realizó a partir de una fotografía de la construcción del Hospital del Niño Jesús, publicada en la Ilustración Española y Americana en 1881.
Las obras del Hospital no finalizaron hasta 1885, pero en 1882 falleció el duque y sobrevino la ruina total para su viuda, motivada por los numerosos pleitos que durante varios años, y sin ningún éxito, inició contra Josefa Manzanedo, hija natural del duque, nacida en La Habana, en 1835, pero reconocida por él y nombrada heredera universal. Hasta el Palacio, que fue regalo de boda y estaba a su nombre, perdió la duquesa que, al parecer, fue traicionada por sus administradores y abogados y murió en la pobreza y el olvido.
Ante todo esta situación, la obra sanitaria y social debía quedar al margen. No podía ser que repercutiese en la marcha de las obras del Hospital y en su funcionamiento, por lo que en 1890 se hizo cargo del Hospital la Junta Provincial de Beneficencia de Madrid, que decidió rodear los edificios de un muro de ladrillo culminado por una verja.
Con el paso del tiempo, a partir del siglo XX cada vez se fueron estableciendo más especialidades medicas y aquel hospital, que fue la expresión de la preocupación social de la duquesa de Santoña, ha llegado a ser un referente entre los Hospitales Infantiles de todo el mundo.
Una camino que no fue fácil, pero la duquesa cumplió su objetivo al conseguir que en el Hospital ejercieran médicos de gran prestigio y notables personalidades, entre los que destacan Manuel Tolosa Latour, conocido no sólo por su labor médica, sino también por el esfuerzo que realizó para lograr la promulgación en 1904 de la Ley de Protección a la Infancia y, por supuesto, Mariano Benavente, el llamado médico de los niños y considerado padre y fundador de la especialidad pediátrica española.
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