Librerías
Estas son las librerías más singulares de Madrid
Seis locales que trascienden la comercialización de libros para convertirse en espacios de encuentro
La Alberti, referencia de las librerías madrileñas
El mismo año que murió Francisco Franco nació la librería Rafael Alberti de Madrid para convertirse en un símbolo de libertad y progreso en una época, la democracia, que experimentaba sus primeros balbuceos. El primer dueño fue Enrique Lagunero, rico, comunista y hermano de Teodolfo. Ambos eran amigos del poeta gaditano que da nombre al emblemático espacio del distrito de Argüelles. La primera aventura no alcanzó siquiera el lustro, pero quiso el destino que una veinteañera entusiasta pasara por delante de la librería cerrada. Lola Larumbe, gerente y nombre inseparable de la Alberti, tenía apalabrado un local en el barrio de Chueca, pero se decidió a última hora por el 57 de la calle Tutor. Desde el comienzo, fue una de las primeras librerías que organizaba encuentros con escritores y lectores, algo que hoy parece incuestionable. Así se crearon las sinergias necesarias y las amistades que hoy perduran. Hoy es un sitio imprescindible de la cultura madrileña. Dónde Tutor, 57. Distrito de Argüelles
Nakama Lib: los libros entre Chueca y Malasaña
Nada es secreto en esta librería ubicada en la calle Pelayo, 22. El ventanal descubre el local al completo: sencillo, pequeño, encantador. Su tamaño no impide la celebración de todo tipo de eventos, y Rafael y Miren, los propietarios, se encargan de acortar espacios. ¿Quién asegura con certeza si está en Chueca o Malasaña? Su naturaleza fronteriza entronca con una ideología aperturista, partidaria de estrechar lazos entre lectores.
Cervantes y cía: Todo cabe en la librería más «cool» de Malasaña
Desde el escaparate nadie espera que un local tan sencillo en su apariencia pueda guardar tantos secretos en sus despensas. En esta librería, cuya dirección se renueva en 2018, los espacios no se corresponden con los géneros literarios, como habitualmente ocurre, sino que están distribuidos con una intención muy singular. Además, el sótano siempre alberga exposiciones y sus estancias acogen actos de toda índole. Calle del Pez 27.
Librería Mujeres: Un lugar para visibilizar la literatura feminista
«Somos viejas, medianas, jóvenes, altas, bajitas, gordas, flacas, listas y feministas». Así se describen las representantes de esta librería que trasciende el propio gremio para convertirse en un colectivo feminista. El movimiento ha arraigado en todos los sectores sociales, pero la literatura sigue siendo un campo por conquistar. La calle San Cristóbal acoge a un grupo de mujeres con un objetivo claro: reivindicar el valor de los textos de mujeres, siempre silenciado.
La imprenta: Librería y editorial, benjamina e independiente
Apenas cuenta con unos pocos meses de vida. Bastaron dos títulos publicados con el sello homónimo para que Miguel Ángel Vázquez decidiera abrir la librería más reciente de Malasaña. Con una apuesta clarísima por la literatura social, que defiende los derechos humanos y el desarrollo sostenible, la intención es que La imprenta sea, además, un espacio de intercambio cultural donde todas las disciplinas artísticas tengan cabida. Calle Monteleón, 5.
Ocho y medio: Cine y vino. ¿Algo más para una librería?
Libros sobre cine en un espacio de cine. La decoración se funde con los colores llamativos propios de la edición de los libros especializados en cinematografía. Además, una barra al fondo y una terraza fuera para el buen tiempo convierte en más sugerente el espacio. Para los nostálgicos, al fondo a la derecha hay algo más que el servicio. Cintas VHS, DVDs y carteles de películas complementan una de las librerías más atractivas. Calle de Martín de los Heros, 11.
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