Paseo por Madrid

El pinganillo de Ayuso

Poner pinganillos en el Congreso me parece una estupidez supina porque todos saben perfectamente nuestro idioma

Ayuso defiende su libertad ante pinganillos y no pide que la sigan: "No necesito hacer sainetes con nadie"
Ayuso defiende su libertad ante pinganillos y no pide que la sigan: "No necesito hacer sainetes con nadie"Europa Press

Isabel Díaz Ayuso no había nacido. El primer día que fui a la Autónoma de Barcelona me asusté. Franco había fusilado a cinco terroristas. El que fusila, o mata, es un asesino. Los grises circulaban por los pasillos de la Autónoma con la ametralladora en la mano quitando los carteles de ETA y el FRAP. Los cursos fueron movidos. Los castellanos de regiones más pobres, que habíamos sido obligados a ir a estudiar a Barcelona, pedimos en un escrito muy educado que las clases fueran en castellano, español,... porque había alumnos para hacer dos grupos. Nos llamaron fascistas y de todo. Hubo un profesor del PSUC, bastante fascista él, que nos dijo que el español era el idioma del imperio.

El catalán, el vasco y el gallego me parecen lenguas magníficas que deben ser apoyadas por el Estado y los gobiernos autonómicos. Poner pinganillos en el Congreso me parece una estupidez supina porque todos saben perfectamente nuestro idioma, pero los nacionalistas, entre los que hay algunos que justificaron los asesinatos (como Franco), están encantados con la imposición de los pinganillos. Creo que Ayuso está haciendo cosas bien y otras mal, por ejemplo no denunciar con fuerza el genocidio que Israel está cometiendo con los palestinos.

Se levantó en Barcelona y le han criticado hasta los suyos por decir una gran verdad: donde todo el mundo habla un mismo idioma no son necesarios pinganillos. En Cataluña se vulnera (se ríen) de la Constitución desde el año en que se aprobó. Se incumplen las leyes y se amenaza, como lo hicieron con nosotros, 50 años después. No se si levantarse en señal de protesta es lo más «políticamente correcto», pero yo, si hubiera estado allí después de que se incumpla la Constitución, me hubiera levantado con ella.