Opinión

La ignorancia es felicidad

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.Miguel OsésAgencia EFE

En una de las mejores películas de la filmografía de Martin Scorsese, Robert De Niro interpreta, de manera magistral, al director de un Casino en Las Vegas. Hacia la mitad del film, su personaje despide al sobrino de un alto cargo de la ciudad, al no haber avisado de que en una máquina tragaperras ha salido el premio gordo varias veces seguidas con el siguiente argumento: “o estabas metido en el ajo o no te has dado cuenta, por lo que de ninguna manera puedes seguir trabajando aquí”. Hacerse la victima o hacerse el loco. Esas son las dos soluciones para todo que encuentran los protagonistas de nuestro día a día en este país nuestro. La Infanta Cristina no tenía ni la más remota idea de los negocios de su marido, que además de abrir la puerta para poner en riesgo la institución a la que representaba, había aumentado su nivel de vida de una manera lo suficientemente llamativa como para que su mujer tuviera alguna sospecha de cómo había aumentado el dinero que entraba en casa. Siendo presidente del gobierno, Rajoy aseguro que la Gurtel era un caso de corrupción contra el PP y no del PP. No le constaba nada. Casi ni conocía a los protagonistas. Díaz Ayuso, cuando en todos los hogares de España solo se hablaba de la pandemia, del virus, de mascarillas y de test, no llego a comentar con su hermano en ningún momento que este estaba haciendo un servicio heroico a la Comunidad trayendo de China material sanitario, cuando era el bien más preciado. Ahora es Martínez Almeida quien insinúa una falta de comunicación con su primo, que se dedicaba a abrir puertas en el Ayuntamiento para que algunos se llenasen los bolsillos a costa del dinero de los madrileños sin que el alcalde tuviera constancia alguna. Resulta que aquí nadie se entera de nada. A mayor cargo, mayor es la inopia.