Gastronomía

Visitamos la sidrería vasca que no te puedes perder en Madrid

La apuesta segura aquí es el cachopo, la fabada y la tortilla de bacalao. La bonhomía y el pellizquito gustoso del comer y beber están asegurados

José Manuel está a los mandos de La Barrica
José Manuel está a los mandos de La BarricaLa BarricaLa Barrica

Mes de junio, Torrejón arde en fiestas. Un gran cartel de toros. Unos deslumbrantes artistas en conciertos y un territorio gastronómico desconocido. Muy difícil no sucumbir a la tentación, así que sin pensarlo dos veces, este gato inquieto y verbenero, encamina sus pasos hacia esta Villa, que lo fue desde que, a petición popular, Felipe II la incorporase al Patrimonio Real.

La Barrica. Dónde calle José Cadalso, 29. Torrejón de Ardoz

Desde entonces, Torrejón ha ido evolucionando desde una economía ganadera y agrícola a una ciudad en la que llegó a instalarse una base militar norteamericana, fruto del pacto de Madrid (1947) que Dwight D. Eisenhower, «Ike», firmó con Franco, avalando a España y su gobierno en el territorio internacional. Hoy, es una instalación militar de dominio del Ministerio de Defensa Español que incluye hospital, hotel, campo de golf, etc...Con una industria potente y variada, y un enclave extraordinario ha ido consolidando una población con orgullo y arraigo suficiente como para no utilizarla de dormitorio y que ha ido viendo cómo se suceden los acontecimientos intentando sumarlos sin despreciarlos.

Las cosas de la manduca

Grande el recinto ferial y grandes sus peñas, más de veinte y con nombres que lo dicen todo: «cuasiguapos», «cansinos», «komatiliko», «pirun» y, cómo no, «béticos», y «el círculo extremeño». En fin, gente trabajadora que olvida en estos días lo que haga falta y cómo sea para pasarlo bien sin más. Y hay un lugar estupendo para las cosas de la manduca llamado La Barrica. Aquí, José Manuel y su mujer aún siguen trabajando, y sean fiestas o no, su vida está tan ligada a la casa de comidas que regentan que ni el olor ni el ruido de la bullanga les hace modificar su voluntad de dar de comer lo mejor posible y al mejor precio posible. Desde hace 18 años se propusieron al inaugurar esta sidrería vasca la cocina por derecho. Es verdad que Esperanza es de Bilbao, pero su referencia a esta cocina, en aquellos tiempos, estaba más relacionada a esa comida del norte, que se consideraba la buena buena.

El pellizquito

Esta casa, con barra, comedor y terraza, bien puede considerarse uno de esos lugares de dignificación de la gastronomía casera y de esa calidad humana que van a desaparecer, como dice José Manuel, «entre tanta franquicia», y que no superaran nuestra generación. No por falta de público, que aquí no falla, sino porque ya no existe esta raza de trabajadores que por ser dueños de su vida, la entregan incansablemente. Como el hijo de este matrimonio que ha visto el sin descanso de sus padres, que han ido adaptando su comedor, su barra y sus recetas al ritmo de los cambios torrejoneros.

Salen mucho ahora sus tomates de los de siempre, «ahora en ensalada, que la gente se cuida, de no engordar» ,y con atún para que alimente, el pulpo cocido allí mismo y a la gallega, y los chipirones encebollados. Pero donde lucen su casta es en el cachopo, la fabada y la tortilla de bacalao, los chuletones de Ávila, la quesada, el milhojas o la filloa… todo a precios de 35 euros para dos personas… Torrejón de Ardoz bien merece visita, y en La Barrica la bonhomía y el pellizquito gustoso del comer y beber están asegurados.

El acento norteño

En La Barrica, en el corazón del municipio de Torrejón de Ardoz, del pulpo es rey. Esta casa con guiño a diversas cocinas, en especial con acento norteño, tiene uno de sus platos estrella en un pulpo muy bien cocido, donde la textura es para todos los públicos y gustos. Infalible.
El pulpo de La Barrica
El pulpo de La BarricaLa BarricaLa Barrica