¿A qué equivalen las 30.000 hectáreas arrasadas hasta ahora en la última oleada de incendios?

En la última oleada de incendios que ha asolado España en los últimos días se han quemado unas 30.000 hectáreas, cifra que irá en aumento pues son muchos los fuegos aún activos. Pero, más allá de las grandes cifras, resulta difícil hacerse a la idea de a cuanto equivalen en la realidad.

Pues bien, esta superficie es el equivalente, aproximadamente, a todo el área que queda en el interior de la M-40 de Madrid, o, expresado de otro modo, el 0,06% de la superficie total de España, que son 505.990 kilómetros cuadrados. En cualquier caso, aunque parezca poco, no hay que olvidar que en el anterior incendio que azotó a la Sierra de la Culebra, en Zamora, el pasado mes de junio, se quemaron otras 30.000 hectáreas, más lo que se quemó en el resto de fuegos, de tal modo que la suma de unos y otros van haciendo crecer la superficie quemada.

Otra referencia, al menos para los madrileños, sería la Casa de Campo, el mayor parque público de la capital, cuya superficie es de 1535,52 hectáreas, así que se habría quemado el equivalente a 20 veces esta zona verde, el auténtico pulmón de la capital. O 254 veces el parque de El Retiro, de 118 hectáreas.

Más ejemplos: el Monte de El Pardo, un espacio natural de extraordinario valor, considerado como el bosque mediterráneo más importante de la Comunidad de Madrid y uno de los mejor conservados de Europa, tiene 15.821 hectáreas, es decir, la mitad de la superficie quemada. ¿Se imaginan lo que sería para los madrileños perder el Monte de El Pardo, la Casa de Campo, el Retiro... y así hasta incluir todos los parques de la ciudad y aun así nos quedaríamos cortos?

En el caso de Barcelona, el parque de Montjuic tiene 450 hectáreas, así que la superficie quemada es 66,6 veces esta zona verde, por poner otro ejemplo más.

Y otro caso más, la isla de Ibiza tiene 572,6 kilómetros cuadrados o, lo que es lo mismo, 57.260 hectáreas. Pues eso, se ha quemado solo en estros cuatro o cinco días más de la mitad de la superficie de la isla Pitiusa.

Pues, efectivamente, así se deben sentir los vecinos de las zonas afectadas por el fuego, que ven cómo sus paisajes habituales, su horizonte, sus recuerdos en muchos casos, se esfuman en apenas unas horas por culpa, en muchos casos, de las condiciones climáticas, en otras por la mala gestión de los bosques y, lo que es peor aún, por la mano del hombre.