Opinión

Juego de Tronos

Al presidente Sánchez le conviene diferenciar entre capitanear un barco e ir solo en él. Según dicen algunos, a la vuelta del verano le toca lidiar con el apocalipsis.

Pedro Sánchez recibe en el Palacio de la Moncloa a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Pedro Sánchez recibe en el Palacio de la Moncloa a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.Cristina BejaranoLa Razón

España arde por la dejadez de algunos gobiernos regionales durante el invierno, que no se acuerdan de destinar recursos económicos al cuidado de la naturaleza hasta que es demasiado tarde y solo se puede pelear contra el fuego. En Madrid muere un barrendero por estar trabajando a mas de 40 grados a la sombra, pero para el alcalde la cosa no va con él. Como hizo con el caso de los estafadores de mascarillas, “por aquí, todo bien”. Tampoco le dio mucha importancia a la semana del orgullo, más allá de que no le de la real gana de colocar la bandera arcoíris en el ayuntamiento, no se ha dejado ver en ningún acto de reivindicación. A la presidenta de la comunidad tampoco le gusta eso de defender y celebrar derechos ganados. Como si de una barra de bar se tratara, su frase de cuñada sobre lo insoportable que resulta “aguantar” todo lo relacionado con esta semana y la del 8M indica su desinterés en gobernar para todos los madrileños. Con hacerlo para “las clases medias” que ganan 12000 euros al mes es más que suficiente. Desde su perspectiva, el que no tenga derechos, ya se los comprará. Resulta evidente que a Feijóo no le va mal la presencia de Ayuso, pero la presidenta no se siente del todo cómoda con la actitud, menos hooligan, de su nuevo presidente. El talante del gallego y del exitoso Juanma Moreno parece predominante en este nuevo PP. Mientras, un Pedro Sánchez pletórico tras el debate del estado de la nación tiene, con la salida de Lastra, una oportunidad de sacarse de la chistera algún apoyo en el partido con el que compartir cierta presión mediática. Los últimos tiempos han dejado patente que los proyectos políticos basados en un solo rostro están avocados al fracaso. Al presidente le conviene diferenciar entre capitanear un barco e ir solo en él. Según dicen algunos, a la vuelta del verano le toca lidiar con el apocalipsis.