Centros escolares madrileños eficientes: 30,7 millones de inversión hasta 2024

Madrid tendrá centros cada vez más eficientes para contribuir a la lucha contra el cambio climático y lograr que sean menos calurosos en verano y menos fríos en invierno. Es por esto por lo que la Comunidad de Madrid tiene previsto destinar 30,7 millones de euros para realizar actuaciones que supongan una reducción media de, al menos, un 30% del consumo de energía primaria no renovable en una superficie de 24.410 m2 hasta septiembre de 2024. Paralelamente, hará obras para reducción del consumo en, al menos, 25.840 m2 de centros educativos que se espera que estén concluidas antes del 31 de marzo de 2026.

Las actuaciones forman parte del Plan Integral de Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP) y prevén la instalación de un sistema SATE de aislamiento, cambio de la cubierta, mejorando su asilamiento, instalación de placas fotovoltaicas de producción de energía eléctrica para reducir la emisión de CO2 y sustitución de carpinterías por otras con mejor rendimiento, según ha informado la Consejería de Educación.

«Los criterios de selección de centros se han centrado en aquellos que generan una mayor eficiencia del gasto público, buscándose, en consecuencia, institutos de antigüedad de la construcción anterior a 1990, y una superficie de los edificios superior a los 10.000m2», aseguran fuentes de la Consejería.

La idea es que ya en el curso 2024-2025 se acometan las primeras iniciativas de construcción de centros educativos de consumo cercano a cero, de acuerdo con estándares passiv house.

Además, todos los centros educativos de nueva construcción se llevan a cabo cumpliendo la normativa en vigor y, concretamente, en relación a la eficiencia energética, las obras se ajustan a las exigencias europeas de alcanzar el consumo de energía casi nulo del edificio. Esto supone aproximadamente un 20% del presupuesto total de la inversión en proyectos de nueva construcción, lo que supone una inversión aproximada de 15 millones de euros al año.

Además, a la hora de concebir los proyectos de los centros, se tienen en cuenta su orientación, la iluminación natural de las aulas, la ventilación cruzada, la colocación de toldos o viseras en ventanas, zonas de sombras en los patios y todas las medidas pasivas que sea posible implementar en el centro teniendo en cuenta las características del solar, el programa y el presupuesto disponible.

Por otro lado, se actúa en la reducción de impactos en los materiales en la construcción de los centros, utilizando materiales prefabricados en los forjados y en fachadas que reducen la generación de residuos. Esta cuestión también está presente en las licitaciones de obra, de tal manera que se valora este factor en las ofertas de las empresas constructoras medidas de reducción de generación de residuos en la construcción.

En los centros existentes se interviene en obras de rehabilitación y conservación empleando elementos constructivos que mejoran la eficiencia energética de los que se sustituyen. Estas actuaciones tienen como objetivo la reducción del consumo total acumulado de energía en el conjunto de los edificios de un 18% en 2025 y la mejora de la calificación energética de un 25% de los edificios para igual periodo.