Obras
Madrid: así lucirá el soterramiento de la A-5
Además del túnel del Paseo Verde del Suroeste, habrá 80.000 metros cuadrados de zona verde en superficie
El Plan de Movilidad Sostenible Madrid 360 no solo determina zonas de bajas emisiones –Centro, Plaza Elíptica...– en las cuales el tráfico está vetado. Dentro de todas las medidas, están contempladas también aquellas obras e infraestructuras encaminadas a reducir la presencia del vehículo privado en la capital. Entre ellas, una especialmente esperada por los vecinos del distrito de Latina: el soterramiento de la A-5, la autovía del Suroeste. Concretamente, entre la Avenida de Portugal y la Avenida de los Poblados. De hecho, durante este verano, los vecinos de la Colonia de Lourdes y las calles colindantes en la zona de Batán –Colonia Jardín, Lucero, Campamento...– volvieron a reclamar al Ayuntamiento su puesta en marcha. Sobre todo después de que el Gobierno central anunciara hace pocos meses el desbloqueo de la «operación Campamento», ya que ese tramo está incluido en la misma. Cibeles anunció que el soterramiento tendría que esperar para no interferir con las obras de dicha operación y, así, no multiplicar las molestias para los vecinos.
La petición quiere paliar los efectos colaterales del paso de miles de vehículos diarios de todos aquellos vecinos procedentes de Alcorcón y Toledo que se desplazan diariamente hasta la capital. Y es que la contaminación acústica y atmosférica en la zona es palpable. Los vecinos de la Colonia de Lourdes, junto a los del paseo de Extremadura, San Manuel y más calles cercanas, llevan años concienciados en su objetivo. De hecho, están recogiendo firmas para «exigir al alcalde que cumpla su promesa electoral». El lema «Soterramiento A5 Ya».
Cinco millones de euros
El proyecto ya está presupuestado: alrededor de cinco millones de euros, adjudicados en diciembre de 2020 a la UTE Esteyco y Subterra, y con un plazo de ejecución de 9 meses. Su nombre, Paseo Verde del Suroeste: un corredor natural que conecta con el Centro de Madrid y la Casa de Campo, incluyendo un bulevar de 80.000 metros cuadrados junto con un carril bici. Lo que faltaba era ver en imágenes el resultado final. Y los vecinos ya han tenido la oportunidad de contemplarlo. El director general de Planificación de Recursos Humanos del Ayuntamiento, Antonio Sánchez Díaz; el subdirector general de Infraestructuras de Movilidad, José Manuel Cendón; la jefa del Departamento de Obras, Marta Santo, y el responsable de Explotación y Estructuras del Centro de Control de Túneles de Calle 30, Sergio Barral, ofrecieron a los afectados una exposición de más de hora y media en la cual detallaron en qué consistirá, a grandes rasgos, el soterramiento.
Así, tal y como rezan los documentos municipales, el proyecto pretende «permeabilizar, secuenciar y activar el nuevo Paseo de Extremadura», mejorando «la calidad del aire y disminuyendo los ruidos». A tal fin, el soterramiento de la A-5 busca «mejorar las condiciones de tráfico de entrada a Madrid, resolviendo la conectividad transversal y apostando por una movilidad “blanda”». Un concepto, este último, referido a la preferencia a partir de ahora para peatones y bicicletas.
Condicionantes físicos
Con todo, el soterramiento cuenta, de entrada, con una serie de «condicionantes físicos»: los túneles de las líneas 5 y 6 de Metro; una galería de servicios bajo la A-5; la red de colectores, la subestación eléctrica y la red de distribución de gas; los pasos inferiores peatonales; el túnel de la Avenida de Portugal y distintas edificaciones. Entre estas últimas, varias gasolineras.
A su vez, en el tiempo que duren las obras –unos nueve meses, de acuerdo al Consistorio–, hay una serie de servicios «funcionales» que deben matenerse durante las obras: el paso de 80.000 vehículos diarios –se mantendrían dos carriles por sentido–; 16 pasos peatonales; el anillo ciclista; el transporte colectivo –cuatro líneas de transporte urbano, a las que hay que sumar 24 de interurbano y dos líneas de Metro–; el acceso a las viviendas y comercio...
¿El resultado de la cubrición propuesta? Pasar de los actuales cuatro carriles por sentido en superficie a solo uno por sentido, lo que supondría pasar de 78.200 vehículos diarios a solo 9.600. A esos carriles habría que añadir el del Bus VAO. De esta forma, el Consistorio calcula que alrededor de 68.600 vehículos diarios circularían por el nuevo túnel.
Durante la ejecución de la obra, Cibeles ha planificado cuatro «grandes fases de desvíos», que se complementarán con fases adicionales en función de aquellos tramos de obras que sean más singulares y relevantes por su complejidad. Así ocurrirá, por ejemplo, con el túnel ya existente de la Avenida de Portugal.
El método de ejecución, añaden, se llevará a cabo por el proceso denominado «cut and cover», debido a su cercanía a la superficie. Un procedimiento usual en aquellos túneles que se construyen con un escaso recubrimiento de terreno sobre el mismo, como es el caso del proyectado en la A-5. En todo caso, desde el Ayuntamiento de Madrid señalan que el proceso está «diseñado para minimizar las deformaciones en el terreno», ya que las excavaciones del interior se llevarán a cabo siempre con la losa de cubierta ya construida.
Plan de contingencias
Por otro lado, se establecerá también un «Plan de Monitoreo», con el objetivo de seguir todo el proceso. Eso permitirá la ejecución de los trabajos «con seguridad y sin perjuicio a terceros». Además, se contará con un Plan de Contingencia, que se aplicará en el caso de que se detecten «deformaciones excesivas y no previstas».
En cuanto a la superficie, lo cierto es que el Ayuntamiento madrileño ha ofrecido menos detalles. Pero la intención pasa por convertir el paseo de Extremadura en una gran área urbana con calles, amplias zonas verdes, espacios públicos y servicios para el ciudadano, «permitiendo la permeabilidad entre ambos márgenes de la vía». De hecho, se espera contar con cerca de 80.000 metros cuadrados ocupados por espacios verdes, la mayoría de ellos (75.000) situados en una vía central del nuevo bulevar, que sustituirá a la actual autovía en superficie.
Tampoco puede olvidarse la movilidad ciclista. La redacción del proyecto incluye la creación de un «gran carril bici» que conectará Madrid Río con Alcorcón.
Por último, la obra también aspira a poner fin a la «brecha» que separa los barrios de Batán y Colonia Jardín, situados en la margen derecha de la vía en dirección salida de Madrid, y de Lucero y Campamento, que se encuentran a la izquierda. Y es que, junto a la contaminacion y el ruido, el aislamiento es otro de los problemas que los vecinos esperan ver solucionados.
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