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Gastronomía

Los seis restaurantes y tabernas a los que debes ir en Madrid para comer buen marisco

Ahí va media docena de propuestas para hacer reservas de calidad. Que suba la luz, que las lorzas nos mantendrán calentitos

Albert Rivera puso en marcha junto a su hermano Francisco esta taberna en la gastrocalle que no pasa de moda larazon

Superada la resaca del día nacional, que siempre nos recuerda, desgraciadamente, lo desunidos que estamos, es momento de afrontar lo que queda de semana con renovada energía. Y si de animar cuerpo y espíritu se trata, tenemos que celebrar que parece que, por fin, entra el otoño, y con él sus viandas. Dice el refranero, y dice bien, que octubre es mes para comer buen marisco. Por eso, este humilde escribiente vuelve a la carga para hacerles olvidar el rigor de la dieta estival y para animarlos a que se hagan reservas de calidad: que suba el precio de la luz, que las lorzas nos mantendrán calentitos.

También caza

En esta ruta marisquera, uno debe siempre hacer mención a Casa Rafa (calle de Narváez, 68), ese imprescindible de los crustáceos, moluscos y toda clase de criaturas marinas de sabor único. Acaban de hacer una pequeña reforma para dejar el local un poco más pintón, pero con el mismo género excepcional que Rafa y Miguel Ángel se hacen servir en su local, como ya lo hicieran, en su día, sus padres. Por cierto, que además de mariscos tienen platazos de caza, y ya preparan unos garbanzos con perdiz que quitan el sentido.

Con R de Riverita

Otro buen lugar para comer marisco de temporada es Riverita (calle de Ponzano, 31), el espacio más pequeño (en tamaño, que no en ambiciones) de los hermanos Rivera, oficiantes de Candeli. En esta taberna de alma gourmet tienen ahora mismo excelentes gambas de Huelva, carabineros de Isla Cristina, zamburiñas y camarón gallegos y ostras francesas finísimas, de Marennes-Oléron, una de las zonas con más solera y mejor fama del país galo. Allí crecen felices y adquieren una peculiar tonalidad verdosa, poniéndose hasta la concha de fitoplancton.

Berberechos de Noia

Y del casticismo chamberilero, saltamos hasta el galleguismo de Carallo (calle de Serrano, 45), un lugar de esos ideales para comer bien y estar a gusto, con el mejor producto de esta tierra prolífica en toda clase de manjares y mandamases españoles. Es el mejor momento para disfrutar de su mollete de potera, y siempre sus berberechos de Noia, ideales al vapor, a la meunière o con una salsa al Petroni.

Langosta

También muy gallego, pero en la zona bien de Tetuán, en la que van a comer los financieros de Azca, nos encontramos O’Pazo (calle de la Reina Mercedes, 20), condado del muy llorado Evaristo García, rey del mar en la mesa de la capital. En su elegante comedor no faltan los mejores «bichitos» en su mejor momento, como los langostinos de Sanlúcar o la langosta del Cantábrico (cocida o a la plancha). Y también señorial, mesa imprescindible de las damas y caballeros de la capital, los señores de Hevia (calle de Serrano, 118). Ismael y Fernando han sabido mantener el legado familiar, y a su casa llegan bocados marineros tan imperdibles como sus ostras, todo un manjar.

Si la inflación no afecta a sus presupuestos, o bien piensan que arroz y tartana y que Dios dirá, pueden marcarse un merecidísimo homenaje en Estimar (calle del Marqués de Cubas, 18), el puerto marítimo más deseado de la Villa y Corte. No dejen de probar la gamba de Roses, manjar imprescindible de Rafa Zafra, ni otros platos tan adictivos como las navajas a la sartén y escabeche tibio o las almejas gallegas gigantes en salsa verde. También hay espacio para la nostalgia y su paso por El Bulli, como el carpaccio de cigalitas y cebolla caramelizada que se hacía en la casa de Ferran Adrià en 1995. Qué quieren que les diga: si cae una bomba nuclear o vienen los rusos, que nos coja con el estómago lleno y satisfecho.

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