Simulacro
Incendio en la Catedral: Getafe no quiere ser Notre Dame
El Gobierno regional realiza un simulacro en este templo para comprobar el sistema de protección de bienes culturales ante un incendio como el de París en 2019
Durante la mañana de ayer tuvo lugar un simulacro de incendio en la Catedral de Getafe para comprobar su sistema de protección y seguridad. El modo de proceder se basa en el uso de fichas de salvaguarda, un instrumento de protección pionero en España que contiene información útil para facilitar a los servicios de Emergencias y cuerpos de seguridad la actuación con el fin de preservar el patrimonio en situaciones de desastre.
Mientras que salía humo por la torre de la Catedral, sonaban los coches de bomberos que, con prisa, llegaban para paralizar el incendio. Todo un elenco de profesionales salía del camión bomba, vestidos con su EPI de incendios y se adentraban en el templo; unos para sacar el material; otros desde fuera con el brazo elevador y la manguera para detener el fuego. Al mismo tiempo, un helicóptero supervisaba desde las alturas. Una gran carpa les esperaba fuera con el equipo de seguridad –muy coordinado– que verificaba la llegada de los objetos.
La Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid (ASEM112) fue quien despegó este nuevo dispositivo junto con un cuerpo de bomberos, tres autobombas, una autoescala y dos vehículos de mando. El Equipo de Respuesta Logística Inmediata de Protección Civil ante Emergencias (ERIVE) movilizó dos vehículos de logística y uno de coordinación, además de aportar la carpa para la zona de triaje, empaquetado y transporte de los bienes rescatados en la Catedral. Así, pudo observarse durante el simulacro cómo los profesionales sacaban el material valioso y que tenían previamente reconocido en una ficha con un número de inventario, lo trasladaban al triaje para informar de su recuperación y posteriormente pasaban al empaquetado. Algunos de los bienes culturales descritos en la ficha de prioridad de actuación y evacuación son: el sagrario de tipo caja abierta, una talla de la Virgen con flores, libros de oración, la casulla, un atril, paneles entelados, sillas y sillones tapizados, etc.
El párroco del municipio, Enrique Roldán, ha explicado a LA RAZÓN que se siente orgulloso del buen hacer y cuidado a la Catedral después de mucho tiempo de preparación: “Esto lleva alrededor de un año trabajándose, con visitas de bomberos y reuniones para conocer el espacio y sus objetos de valor. Han sido meses realizando visitas y detallando fichas que permitiesen proceder al ejercicio. Hoy culmina este simulacro que ataña a todos los involucrados y ha sido una alegría ver que está bien protegido. Es el primero que se hace de esta gran envergadura, causa impresión ver el humo salir, aunque sea ficticio de la torre, y duele. Es satisfactorio ver la preparación y conocimiento al milímetro, tanto que ya conocen la iglesia mejor que yo”.
Fichas de salvaguarda
Estas fichas han sido elaboradas por la Subdirección General de Patrimonio Histórico, en colaboración con los Servicios de Emergencias y cuerpos de seguridad, y contienen información últil para salvar los bienes culturales que albergan los inmuebles en caso de catástrofe. En concreto, cada ficha o dossier incluye las características constructivas del inmueble, su planimetría y su entorno, así como la información sobre su accesibilidad operativa y sistemas con los que cuenta frente a algunos riesgos, como detectores de humos o extintores. También contiene un listado de los bienes muebles que alberga el espacio, en el que se establecen diferentes niveles de prioridad y se identifican las piezas que pueden ser evacuadas y las que han de ser protegidas in situ. Asimismo, se explica cómo se debe proceder en la retirada y manipulación de esos elementos y las diferentes vías de acceso y desalojo. Además, la acción será grabada para su posterior utilización con fines de sensibilización social ante este tipo de riesgos, y se empleará como ejemplo de buenas prácticas para la formación de los diferentes profesionales del sector.
Este proyecto de conservación preventiva se inició en 2019 y cuenta actualmente con 102 dossieres. En el caso de Getafe, la ficha de salvaguarda ha identificado un total de 33 bienes culturales (17 para proteger in situ y el resto para evacuar). Desde el equipo de emergencias informan que los bomberos de la Comunidad de Madrid han recibido un curso previo para saber gestionar estas situaciones alarmantes. La primera parte del simulacro ha consistido en acordonar el perímetro y salvar a un ciudadano supuestamente atrapado en el interior, después se ha procedido al rescate de los objetos.
En el acto, junto con la ASEM112, bomberos, Protección Civil, Policía Local y Nacional, restauradores, técnicos de patrimonio y personal del espacio afectado, han estado presentes el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López; y la consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz.
Enrique López apuntó que “uno de los objetivos del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid es aprender a compatibilizar las tareas ordinarias de rastreo, rescate y de extinción con la adecuada manipulación para su protección o evacuación de unos bienes delicados e irremplazables”. El consejero resaltó que Madrid es la única comunidad autónoma, junto a Castilla y León que tiene este programa, que aparte de la labor realizada por la consejería de Cultura, saben cómo trabajar en emergencias e incendios para la salvaguardia de patrimonio. “Lo que se trata es que una vez esté garantizada la seguridad y no se ve comprometida la vida de las personas, atender al cuidado de estos bienes. Además, varía la forma y la labor de actuación en función de la catástrofe, por lo que hay que estar preparados para proteger al máximo ese patrimonio”, añadió.
Rivera de la Cruz señaló que “el ejercicio responde al perfeccionamiento de una herramienta que es el fruto de la cooperación entre distintos departamentos y actores con el fin último de reforzar la protección del patrimonio artístico de la Comunidad”. De la Cruz ha detallado que es un plan que lleva preparándose desde Cultura durante mucho tiempo y que están catalogando más de 100 bienes religiosos, para que, en caso de emergencia, los profesionales sepan cómo actuar y todos los procedimientos que se conllevan: “Es fundamental que se conozca qué es lo más importante para el salvamento y también aquellas piezas que no se pueden extraer, protegiendo in situ o en el peor de los casos abandonando. La consejería de Interior nos ha permitido realizar este simulacro que nos facilita estar preparados. Es un proceso muy minucioso y ya hay 102 edificios que cuentan con estas fichas de salvaguarda. Seguiremos avanzando y queremos catalogar todos los bienes existentes en la Comunidad de Madrid”. La consejera no descarta poder llegar también al patrimonio privado con el fin de proteger los máximos objetos de valor posible.
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