Madrileñas

Las familias monoparentales y su lucha por “existir”

La directora de la Asociación Solidaridad Madres Solteras de Madrid explica las dificultades por las que atraviesa este colectivo en la regióna

Carmen Flores; coordinadora de la asociación Solidaridad Madres Solteras
Carmen Flores; coordinadora de la asociación Solidaridad Madres SolterasGonzalo Pérez MataLa Razón

En la Comunidad de Madrid hay aproximadamente 263.000 familias monoparentales. Son aquellas en las que falta el padre o, en un mucho menor número de casos, la madre, ya sea por circunstancias o por elección. Aquí se engloban las familias en las que uno de los progenitores ha fallecido, los divorciados en los que la guardia y custodia del menor recae sobre uno de los miembros de la pareja de forma exclusiva, las madres solteras... Es un colectivo enormemente amplio que refleja una realidad creciente en el mundo actual: que la familia ha cambiado.

Carmen Flores, directora de la Asociación Solidaridad Madres Solteras de Madrid, es una de ellas. Acudió a la asociación para pedir asesoramiento cuando se quedó embarazada a finales de la década de los ochenta. «El padre de mi hija no quería hacerse cargo», explica a LA RAZÓN. A partir de ahí empezó a participar de las actividades como voluntaria. «Terminé la carrera justo antes de dar a luz, y eso me abrió las puertas a hacer otro tipo de cosas, como quedarme con los niños mientras las mamás se reunían», dice. Además, esto le permitía también estar con su hija. «Fui encadenando trabajos que me iban saliendo, aunque con mucha inestabilidad, porque tenía a mi hija y no podía coger cualquier cosa y cuidarla a la vez», señala. Tuvo «la suerte» de vivir con sus padres, ya que esto le permitía «tener más disponibilidad». Cinco años después, entró a trabajar a la asociación como educadora.

Aquel apoyo que tuvo por parte de su familia fue decisivo para Carmen. «La situación es muy distinta dependiendo del apoyo que se tenga», señala. «No es lo mismo ser una mujer migrante que contar con apoyo familiar aquí en Madrid», añade. Sin embargo, las dificultades comunes se han mantenido con los años: empleo, conciliación y vivienda. Y existe un gran problema: a nivel institucional estas familias pasan prácticamente desapercibidas. Por ello, actualmente están trabajando junto a la Comunidad de Madrid para que se ponga en marcha un decreto de reconocimiento a las familias monoparentales y que esto permita tener más apoyos. «Cuando pones en marcha planes de apoyo a las familias, pero no tienes en cuenta a las monoparentales sino cuando ya han llegado a una situación crítica, realmente no estás apoyando a todas las familias», subraya.

Mientras que la natalidad está en claro descenso en toda Europa, el número de familias monoparentales no ha hecho sino crecer en los últimos años. También en Madrid. «Esto pasa por distintos motivos», dice Carmen. «Hay muchas mujeres que, al margen de la pareja, deciden seguir adelante con su embarazo o iniciar un proceso de maternidad en solitario», apunta. Es un colectivo, por tanto, que no hace sino aumentar. Y, sin embargo, sigue estando muy desprotegido. «Ya de por sí las familias monoparentales lo tienen complicado, pero según se van añadiendo otros factores, como el ser inmigrante, tener algún grado de discapacidad o el número de hijos, mayor va siendo la vulnerabilidad», subraya. «No es lo mismo tener un hijo que tres, y en la asociación tenermos algunos casos así», asegura. «Y si no hacemos nada desde lo comunitario, son familias que tienen todas las papeletas para aumentar el porcentaje de familias en situación de pobreza».

En Madrid, el Ayuntamiento «está poniendo en marcha algunos programas, pero tampoco de forma muy clara en favor de las familias monoparentales». Mientras, siguen a la espera de que la Comunidad de Madrid apruebe un decreto que «simplemente nos reconozca», al igual que se hace, por ejemplo, con las familias numerosas. «No pedimos que se le quiten sus derechos a nadie, ni estar por encima de ningún otro colectivo», asegura Carmen, «lo único que necesitamos es una equiparación al resto de familias, tener las mismas oportunidades». «A día de hoy, para solicitar una vivienda, una beca… tenemos que ir con todo el papeleo para demostrar que eres una familia monoparental. Hay mujeres a las que se les está pidiendo una sentencia judicial que acrediten que son solteras, porque no tenemos ni siquiera una casilla que nos reconozca, mientras que sí que la hay para numerosas y otras situaciones de exclusión social», explica. Sin embargo, no todas las familias monoparentales están en situación de vulnerabilidad ni exclusión. «A lo mejor te va bien en el trabajo, no es una ayuda económica lo que necesitas, pero sí una guardería cerca de tu vivienda o sitio de trabajo, o flexibilidad en el trabajo», asevera.

Lo más vital para el niño: la estabilidad

►La labor de la Asociación Solidaridad Madres Solteras se enfoca en ellas, las mujeres. Pero esto se hace con un único objetivo: el bienestar de los niños. Para Carmen Flores, lo de las carencias que viven los hijos de familias monoparentales es un mito. «Los niños lo que necesitan es amor y estabilidad emocional», asegura. «Sin embargo», señala, «sin una estabilidad laboral y económica, muchas veces esto es imposible de conseguir». De esta manera, Carmen defiende que el tener solo un padre o una madre no quiere decir que el niño «no se vaya a desarrollar de una forma correcta y feliz». Lo que puede cambiar esto es que el progenitor no cuente con el apoyo necesario para darle al niño el tiempo que necesita.