Gastronomía

Trifón cumple 20 años: la taberna de Madrid que tienes que visitar en el barrio de Salamanca

A Trifón no se va a comer pan bao sino callos; un homenaje a las esencias. No le hace falta más que sacar la muleta y reinventar el recetario de toda la vida

Trifón padre, Trifón hijo e Iker
Trifón padre, Trifón hijo e IkerLa Razón

Las cifras redondas suelen ser buenas para los tangos, las odiosas fiestas sorpresa o para que el Champicolo se vaya a Cuba. Dos décadas de felicidad son las que acaba de certificar el cenáculo más picaresco y bandido de la capital. El Fogón de Trifón o el destino inevitable de todos los gatos de carné o de afición. El hombre de los tres nombres en su DNI como es Trifón Jorge Esteban es uno de esos pequeños mitos que alimentan la cultura de los tabernarios ibéricos. Madrid es, como dijo el poeta, el crisol de las Españas, y recoge en su manera de entender los casticismos todo un compendio de norte a sur.

Al final para interpretar los vientos cuando se dice que este tabernero es el perfecto representante del espíritu tabernario madrileño, no hacemos otra cosa que reconocer que es una síntesis de la alegría de vivir que, a pesar de los empeños de los políticos monclovitas, nos caracteriza y nos da nobleza.

Trifón no solo es el continuador e impulsor de una saga que arrancó en Vicálvaro, y que hoy tiene dos perfectos portavoces y miembros de ese grupo parlamentario trifonesco como son el homónimo hijo mayor y el cocinero Iker. La elegancia zumbona del padre y de los hijos está ahora de cumpleaños, en los escasos metros donde cada servicio se convierte en una fiesta.

Como en la mejor barra

Comer y beber en Trifón es un homenaje a las esencias que representan la gastronomía clásica. Esa que es tan pura que no cabe, también porque no la necesita, la puñalada de ninguna guía ni la cobertura de los influencers. A Trifón no se va a comer pan bao sino callos, a Trifón se va al bar con la misma chispa que si estuviera en el esquinazo de la mejor barra de cualquier barrio de Madrid. Y para esta ocasión nada más y nada menos que la zona clásica del Barrio de Salamanca, que recoge el perfil sin necesidad de tiendas de lujo y roneantes en Cortes. Están todos los enterados hablando de los viajes al Vietnam, y todas esas partes del mundo oriental, y encandilan a todos los incautos que se han comprado una libreta de viajes.

A Trifón no le hace falta más que sacar la muleta y reinventar el recetario de toda la vida. El rabo de toro como estandarte, el guiso de la temporada, el marisco al que todos los gatos se relamen los bigotes porque pasa por Mercamadrid, son los ingredientes de ese cocktail sugestivo y cachondón.

Hay en estos 20 años toda una legión innumerable de amigos célebres o por descubrir que se han reinventado, cada vez que uno entra en el arco de triunfo de la casa y es recibido por la socarrona sonrisa del tabernero. Dicen que 20 años es poca cosa, pero solo por haber escuchado las emocionadas lágrimas de este auténtico y perfecto anfitrión, como es este motero capitalino, son gran fecha.

Literatura parda

Se trata de un rincón de culto donde se ha pasado del « todo a 100» más propio de Lazarillo que otra cosa, a abandonarse a los encantos de esa buena vida que está atravesada por la literatura parda de esta taberna aquí sí que ilustrada. Croquetas, manitas de cordero, kokotxas, tintos, champú... ¡Viva Trifón!

Rabo de toro
Rabo de toroLa Razón

Un rabo de toro por derecho

Entre las recomendaciones que apuntamos para este rincón, poca duda: esta es una de las excelencias clásicas de la casa. Preparar un rabo de toro muy macerado, con tomate casero con su punta de jamón y dejándole que el chup chup exprese saberes antiguos es una rara maravilla. Para gozar.

El Fogón de Trifón

Dónde calle de Ayala, número 144

Teléfono 91 402 37 94