Música

Funambulista: “Las canciones deben tener algo de trampa y de demagogia”

Diego Cantero arranca su ‘Animal tour’ el domingo 15 de enero en el Wizink Center

Funambulista
FunambulistaCuco Cuervo

«Si esperas transgresión, mejor, dedica el próximo rato a cualquier otra cosa», dice Diego Cantero en la presentación de su último álbum. Nacido en Murcia y más conocido como Funambulista, este músico que huye de crear música conceptual y de todo tipo de pretensiones, arranca el domingo 15 de enero desde el Wizink Center su gira Animal, que lleva el nombre de su último disco y el primero autoeditado.

¿Qué elementos forman Animal?

Siempre hago discos que contienen canciones en lugar de discos conceptuales. No hay que escucharlo obligatoriamente de principio a fin: yo hago canciones. No me definen tampoco los estilos. En el disco, escucharás sonidos latinos tipo Juan Luis Guerra y también encontrarás canciones que parecen una copla española grabada en 1950. Creo que precisamente eso es lo que más define el disco, un tipo que hace canciones.

Promete tratar temas con los que todos nos sentiremos identificados. ¿Cómo lo consigue?

Hay canciones muy vitalistas que no son habituales en mí. Las escribí cuando estábamos encerrados en la pandemia con la idea de enumerar las cosas por las que merecía la pena seguir; y hay canciones de desamor. Cuando digo que pretendo que formen parte de la vida de los demás y que cuenten sus cosas, hablo de que, aunque uno escribe canciones para entenderse y explicarse a uno mismo, a veces ocurre que lo más personal de una frase que has escrito que parece que nadie vaya a entender, llega a mucha más gente que se siente identificada que cuando te pones a hablar del cielo, de la luna, de las estrellas y del universo, que son ideas demasiado amplias. Persigo encontrar las cosas que tengo dentro, y los años me dicen que que estas se convierten en más universales que cuando se busca la identificación a propósito.

Antes mencionó a Juan Luis Guerra, ¿Qué otros artistas le han influido?

Pedro Guerra, Concha Buika, Los Panchos, la cinta de mi padre del coche cuando íbamos a la playa, Leonardo Favio... mi adolescencia estuvo marcada por Reincidentes, Nirvana o Porretas. También está la música que he ido recibiendo en los últimos años, ya que por suerte pertenezco a esa primera generación que tuvo pronto acceso toda la música que quería, así que al final como todos los cantautores, — aunque ya la palabra se quede un poco rara —, tengo muchas influencias.

¿Qué le lleva a escribir una canción?

Es algo muy espontáneo, son cosas que he vivido, pero no tiene por qué ser ahora. Yo ya he sufrido el amor y el desamor 35 veces en mi vida y, cuando me meto en la piel para escribir sobre eso, no hace falta que me pasara ayer. De hecho, es mejor que me pasara hace 22 años: son cosas de tu memoria, pero reflexionadas desde tu punto de vista actual. ¿Cómo ves las cosas ahora y cómo las verás en 10 años? Esa información que se genera con el paso del tiempo es la que procuro usar en las canciones. Al final es la vida y cómo se alimentan y se transforman los recuerdos, que a veces contienen más fantasías y son más mentirosos, al igual que las canciones, que también tienen que tener bastante de trampa y demagogia, eso lo decía el maestro Salinas y yo creo creo que las historias, tal y como pasaron, tienen interés hasta cierto punto.

“Cuando llego a mi casa, encuentro el sentido de todo”

¿Disfruta más de crear música o de presentarla al público?

Cuando sale una canción, se celebra como si fuera la primera. Y luego, esa comunión al subir al escenario y darte cuenta de que esas frases que has escrito pensando que no va a entender nadie de repente funcionan y se convierte en algo de muchas personas es algo precioso. No lo miro con el ego de un artista que se sube a que le aplaudan, realmente soy súper tímido y esa parte no me satisface. De hecho, no soy una persona que se ponga nerviosa al subir al escenario, porque simplemente pienso que voy a ver a gente con la que tengo cosas en común y que vamos a cantar.

Me toca a mí cantar porque la has hecho yo, pero no por nada más. Eso me acerca mucho a la gente y atrae a un público que no es nada fanático. En mis conciertos, me bajo con ellos y hago canciones desde ahí y nunca nadie me molesta. Tengo un público maduro, que valora las canciones, y es algo que me encanta y me mantiene en paz conmigo mismo. En ese sentido, cada uno provoca lo que tiene: si eres muy efusivo y quieres mucho protagonismo, lo tendrás, pero yo atraigo a gente normal y tranquila, y vivimos los conciertos como una experiencia compartida.

Habla mucho de su hija. ¿Qué papel tiene la familia en su vida?

Vivo con mi mujer, con mi hija y con mi perra Tula, y somos súper felices. Cuando llego a casa, encuentro el sentido de todo. Parece sencillo, pero no suele ser común cuando hablo con los compañeros. Hago música porque es mi trabajo y tengo un trabajo para estar feliz teniendo una familia y estando en compañía. Valoro mucho ese amor y ese cariño, y lo cuido en la medida de lo posible, aunque me equivoque a veces.

¿Cómo ve la industria musical?

Grabé mi primera maqueta cinta de cassette. Luego, llegó el CD. Después, la piratería, más adelante las plataformas digitales. Ahora, resulta que no hay que sacar discos, que hay que sacar singles, a continuación la gente escucha las canciones, pero se caducan en una semana. Está fantástico todo, pero yo voy a hacer canciones y voy a hacerlas pensando en que perdurarán, lo consiga o no. No voy a hacer canciones hoy para ver si mañana o dentro de cinco años alguien las escucha y dice, «madre mía, lo que escuchaba yo hace cinco años», sino «oye, me representan», como me pasa a mí con los autores que me gustan.

“Que la industria vaya por donde quiera, que las tendencias pasen y vuelvan y cambien, pero que conmigo no cuenten”

Que la industria vaya por donde quiera, que las tendencias pasen y vuelvan y cambien, que conmigo no cuenten en ese sentido. Yo voy a hacer mi camino, que es el que yo he elegido, porque lo contrario ni creo que se me diese bien ni que funcionase, pues cuando persigues algo, llegas tarde. Y bueno, sobre toda esta música urbana que se está haciendo ahora, creo que no pretenden trascender, porque realmente nacen en el momento, son para consumir ahora y los propios autores cada 15 días sacan una canción nueva. Me parece muy bien que la gente la consuma, que la bailen en las discotecas a las que no voy y que a los niños que empiecen le guste el reguetón. También habrá a quien le gusten Metallica o Sabina, la clave es dejar vivir a los demás.