Fuera de plano

El PSOE imita a Ayuso en Madrid y se hace un Shakira para “facturar” votos sin Sánchez

Hay movimientos soterrados para abandonar Vox

Pedro Sánchez
Pedro SánchezVICTOR LERENAAgencia EFE

“Las mujeres ya no lloran. Son duras y facturan”. Es una de las estrofas de la canción del momento, el bombazo que Shakira le dedica a su ex, Gerard Piqué. El tema ha ocupado todos los espacios informativos. Bien podría haber retrasado sus entrevistas de esta semana el líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato. Así, además de explicar la imitación del programa electoral de Isabel Díaz Ayuso, hubiera opinado de la canción de moda e incrementado su presencia nacional. Aún está a tiempo si quiere continuar con su escalada de protagonismo a costa de hacer de “outsider” de su partido. Como la colombiana, el madrileño ha querido “facturar” votos a costa de mandar un recadito a su jefe. “Esto es para que te mortifiques, tragues, mastiques”, canta la estrella. Sólo falta que Lobato la baile en Tiktok para gozo de muchos compañeros de partido.

El secretario general del PSOE en Madrid se ha desmarcado de su partido en política fiscal, proponiendo una rebaja impositiva en la región y el tirón de orejas lo ha recibido esta semana de manos de la ministra de Educación, que ha desacreditado su apuesta. Consciente de la repercusión que le supone el enfrentamiento con Pedro Sánchez, lejos de rectificar, ha subido los decibelios para asaltar de nuevo los titulares nacionales, un hit parade sin precedentes en su carrera.

Saben en Moncloa que tienen poco que hacer con barones y aspirantes en cuanto a sus compromisos con los electores. Éstos no tragan con las medidas del presidente del Gobierno, conscientes de que lastran sus aspiraciones y han decidido prescindir de la marca PSOE en su campaña. Vamos, que “Una loba como yo no está para tipos como tú”, que dice Shakira.

El líder madrileño se ha ido esta semana a Soto Del Real para presentar su programa en compañía de otra “díscola”, Carmen Calvo. Allí, donde los populares barajaron el nombre de la ex ministra Fátima Báñez para liderar el PP local, Lobato desgranó su bajada de impuestos. Y lo hizo tras mantener encuentros con empresarios de la región. Cae bien el líder madrileño en las distancias cortas, pero en alguno de estos almuerzos ya le advirtieron de que en Madrid los radicalismos no cuelan, aunque sean con simpatía. Interiorizó los consejos y se hizo un Ayuso, sin generar mucha confianza. Y es que querer separarse de Sánchez bajando impuestos y defender a su vez la supresión del delito de sedición no otorga credibilidad de barón malote.

La líder de Más Madrid, Mónica García, ha aprovechado la ola y ha surfeado el debate. Sin tirarse a la yugular del socialista, ha dicho que los impuestos deben servir para incrementar la financiación de la sanidad madrileña, una manera de colocar su mantra electoral a costa de otro. La médico y madre también ha mantenido encuentros con representantes del mundo financiero en un intento de hacer ver que no todo es apoyo a las protestas sindicales.

La elaboración del programa electoral socialista está aún en el aire en el caso del Ayuntamiento de Madrid. La candidata y todavía ministra, Reyes Maroto, se ha visto abandonada esta semana por su recién nombrado jefe de campaña precisamente por la ausencia de proyecto en la capital, según fuentes socialistas. La titular de Industria se ha apresurado a nombrar a una nueva colaboradora con la que lanzó una foto para demostrar que trabajaba en el programa madrileño. Viendo la instantánea se podía concluir que trabajaban en ello o en el recuento de turistas chinos en Villabajo. A saber. Eso sí, amenazó a Almeida con un “nos vemos en la calle”. Conjugando el verbo en futuro pareciera que Maroto no ha pisado la ciudad más allá de sus rutas en coche oficial.

En Cibeles las aguas corren tranquilas desde que el alcalde se ha hecho ecologista. Ya lo advertimos en estas páginas: Almeida ha cogido oxígeno con los buenos datos de calidad del aire y no va a soltar ese eslogan. Corre el riego de morir de éxito si sólo dedica su programa a Madrid 360. Se ha convertido en su obsesión, confirman en su equipo, a sabiendas de que ha sido su caballo de batalla durante la legislatura. Pero son muchos los votantes del PP enfadados con sus medidas, según revelan encuestas internas. La respuesta de que son actuaciones a las que “nos obligaba Europa. ¿Qué queréis que haga?”, con la que Almeida elude las críticas en encuentros privados, no ayuda a devolver la ilusión a esos que no quieren votar a Vox pero no encuentran motivos en el PP fuera del medio ambiente.

Los de Abascal tampoco han presentado su programa. Por no presentar, no han mostrado ni a sus candidatos. Se da por hecho que Rocío Monasterio seguirá en la Asamblea repitiendo tándem con Javier Ortega Smith en el Ayuntamiento, donde empieza a haber movimientos soterrados para abandonar el Grupo. A Ortega, las labores como diputado nacional le dan más satisfacciones que la actividad municipal, reconocen en su Grupo. La falta de expectativas y el férreo control que el portavoz de Vox ejerce sobre sus concejales está minando la moral de algunos, que preferirían recalar en el PP ahora que se ha abierto la temporada de fichajes. Lo malo es que los que anhelan a los populares no estaban en la foto de la pizza con Soraya. “Sorry, baby”. Más que movimientos, se avecinan coreografías.