Entrevista

Alejo Stivel: «El Rock and roll vuelve a sonar en la Plaza Mayor»

La banda madrileña, «Tequila», actuará esta tarde en la Plaza Mayor con motivo de la Hispanidad

Alejandro Stivel vuelve a subirse al escenario con "Tequila"
Alejandro Stivel vuelve a subirse al escenario con "Tequila"SERGIO REVIEJO

Las despedidas definitivas son cuando uno muere. A veces uno las decide, ocurren, y otras no. «Uno se pelea, se distancia de gente y luego se vuelve a juntar. Todo es relativo y hay que ser bastante flexible en esta vida», reflexiona Alejo Stivel. Se puede decir que esto es lo que le ha pasado a él y a su banda, «Tequila», cuando hace algo más de dos años se despidieron con un concierto en el Wizink Center. Pero sin duda, hay propuestas y situaciones en la vida a las que a uno le cuesta decir que no. Y la posibilidad de cantar hoy en la Plaza Mayor era una de ellas. «Cuando nos llamaron dijimos que no pero después, lo pensamos, y creímos que era una ocasión perfecta para tocar en un lugar tan icónico para nosotros». Antes de decidirse dice que lo consultó con el gran Miguel Ríos, que de despedidas sabe un rato. «Me dijo que no me preocupase, que el llevaba diez giras de despedida». Y en definitiva, que el lugar que vio nacer y triunfar la banda y su casa desde hace casi cincuenta años, se merecía un «sí».

«Nací en otra ciudad, en Buenos Aires, donde estuve hasta los 17. Pero de eso pasó mucho tiempo, el resto de mi vida lo he pasado en Madrid, es mi hogar». De su llegada recuerda cómo esta le recibió con los brazos abiertos desde el primer día. «Nunca he sentido el más mínimo destello de gesto extraño porque viniese de otro lugar, porque fuera extranjero, todos los madrileños me hicieron sentir como uno más desde el primer minuto», remarca. Por esto, dice estar «encantado» de vivir aquí y la considera su ciudad favorita del mundo. Sin embargo, y aunque su llegada coincidió con la muerte de la dictadura, no olvida el gris de los momentos previos a la llamada a elecciones, y la explosión que vino después de alegría, festividad y libertad. «Duró varios años, pero era inviable que se mantuviese mucho tiempo, después nos europeizamos un poco. La ciudad se tornó más seria, más profesional, pero nunca perdió con su esencia cálida, abierta y de gente hospitalaria», reflexiona. Signo de evolución, es que esté en constante cambio, y haya momentos mejores que otros. «Recuerdo con especial cariño al gran Enrique Tierno Galván, me pareció un momento fantástico para la ciudad».

Después del concierto de hoy, los componentes de la banda seguirán como estaban, cada uno con su carrera en solitario. Después de su disolución en 1983, Stivel apostó por la producción musical. En veinticinco años ha producido más de 250 discos de grandes artistas como Sabina, El canto del loco, La Oreja de Van Gogh o M Clan, entre otros. Hace diez, echando de menos subirse a un escenario, volvió a cantar y editar sus propios discos. «Decíamos ayer», compuesto por versiones, y «Yo era un animal», con canciones propias. El tema que da nombre a este último estará entre los elegidos para sonar hoy en la mítica plaza, entre otros de la banda, más míticos o no.

Recientemente, también ha revivido algo que hizo en su pasado: trabajar con artistas emergentes. Para ello, ha creado una plataforma para su promoción y apoyo con la marca de coches Mini. «Recibimos doscientas solicitudes de altísimo nivel, de las que hicimos una selección de diez artistas, a los que grabamos una sesión en el estudio». En breves, harán otra selección más pequeña y «el próximo 2 de noviembre anunciaremos un ganador, al que grabaremos un videoclip». Una elección que dice haberle resultado complicada tanto por la cantidad de participantes como por su elevada preparación y para la que ha tratado de hacer un ejercicio de objetividad. «Me preocupé de que no fuesen todos del mismo estilo, que hubiese variedad y estoy muy contento con el resultado», explica.

La evolución de los artistas en estos veinte años cree que se basa en la profesionalización: «Además de que la cantidad no era tan grande entonces y había menos opciones donde elegir; todo era más informal, no había trabajo o ensayo detrás, ahora se lo toman más en serio». Algo que tiene más mérito cuando deben demostrarlo en trece segundos, los que tarda un coche en llegar a su máxima velocidad, y ellos en demostrar su arma poderosa. «Hay mucho talento y espero poder seguir haciendo esto muchos años más». Mientras tanto, que nunca deje de sonar el rock and roll.