Emprendimiento

La app que hace más accesible Madrid a los que no pueden ver

Javier Pita es el CEO de NaviLens, la tecnología de códigos QR adaptados para personas con discapacidad visual, ya implementada en Madrid o Nueva York

Javier Pita, CEO de Navilens.
Javier Pita, CEO de Navilens. Jesús G. FeriaLa Razón

Tras cinco años de investigación con la Universidad de Alicante, en 2017, NaviLens patentaba el primer código QR adaptado para personas con discapacidad visual, con un rango de detección desde hasta 20 metros de distancia. Con la participación de La Once, esta compañía ha conseguido multiplicar la accesibilidad en el transporte público y espacios como museos de toda España e incluso de Nueva York. Además de la tecnología del código QR, la aplicación de NaviLens cuenta con un asistente de voz de alta precisión. Según aclara su CEO, Javier Pita, «nuestra tecnología no ha venido a remplazar el increíble trabajo del perro guía, el bastón o el braille, sino que multiplica su efectividad».

Por increíble que parezca, Pita asegura que «la mayoría de la gente que usa nuestra aplicación no tiene ningún problema de visión». Esto demuestra que su tecnología ha mejorado la efectividad de los códigos convencionales, con los que «a veces tienes que dejarte el brazo para acertar a enfocarlos». La tecnología de NaviLens no requiere de precisión, sino solo necesita estar a unos metros de distancia del objetivo. La realidad es que el código QR se remonta a los años 90, cuando lo instalaron en las fábricas de Toyota, para identificar cada pieza entre millones. Desde entonces, esta tecnología no había experimentado un gran desarrollo.

Desde esta empresa pionera a nivel mundial reflexionan sobre la tecnología aplicada a mejorar la vida de las personas con discapacidad: «La tecnología podría hacer muchísimo más por reducir las barreras de la gente con discapacidad», afirma de forma contundente Pita. «Pero no es rentable, ya que supone un nicho muy residual en comparación con la población global», añade, haciendo autocrítica sobre la filosofía de la mayoría de las tecnológicas. En su día Apple fue pionera en incluir tecnología, en sus dispositivos, adaptable para gente con problemas de visión.

Una de las razones por las que la tecnología NaviLens ha tenido tan gran acogida ha sido su flexibilidad: sus códigos se pueden imprimir sobre cualquier tipo de superficie, e incluso se pueden leer a través de una pantalla de televisión, como demuestra su última campaña en Antena 3. Prueba de ello, es que sus códigos ya lucen en Madrid en las 6.500 paradas de la EMT, así como en toda la línea 8 de Metro de Madrid, en vista de ampliarse a otras líneas. También se pueden encontrar en las sedes de La Once, de Cruz Roja «y hasta en los taxis de la capital», añade su CEO.

A pesar del gran banco de datos con el que podría contar ya esta aplicación, Pita garantiza que «para nosotros la privacidad es un derecho fundamental. No recopilamos ninguna información que permita la trazabilidad de los comportamientos o hábitos de los usuarios. De hecho, el único permiso que requiere nuestra app es el acceso a la cámara», para leer los códigos. Tras ser utilizada en más de 130 países, NaviLens se plantea ahora como objetivo superar la barrera de los smartphones. «Estamos trabajando para desarrollar dispositivos que permitan utilizar nuestra tecnología sin necesidad de sacar el teléfono móvil del bolsillo», así como gafas inteligentes.

Además, otra de sus aportaciones más innovadoras ha sido «el código accesible». Esta herramienta, que se puede encontrar en la web de NaviLens, permite crear tu propio código NaviLens de forma muy intuitiva. Transformando así un código convencional en uno adaptado, en tan solo cuestión de segundos.

Javier Pita se siente especialmente orgulloso de desarrollar una tecnología que ha cambiado la vida de todo un colectivo. De la misma forma, asegura que esta tecnología, inicialmente destinada a ser de nicho, tiene capacidad para alcanzar un rango universal. Además, insiste en el imprescindible trabajo de la Universidad de Alicante: «NaviLens es el mejor ejemplo de que la colaboración público-privada, es el mejor camino para avanzar hacia el futuro». Así, esta compañía sigue trabajando para explorar nuevas aplicaciones y alcanzar convenios con los ayuntamientos.